Yo si encontré ciertos abusos de escenas de sustos, del tipo que se lleva hoy en día en películas de terror tipo Sinister, Al otro lado de la puerta, etc..., y creo que es algo que se podía haber dosificado de mejor manera. La película, junto a la trama de amistad/romance de los niños, está plenamente concebida para dar miedo, pero sólo en unos pocos casos lo consigue. Ese es su lastre, junto a ciertas escenas cortas de cada uno de los personajes que resultan algo reiterativas, pese a que la Beverly, la fotografía y la ambientación son de 10.

Tiene tantos guiños a los años 80 como situaciones de terror harto vistas.