El reparto está lleno de actores y actrices jóvenes, la mayoría desconocidos para el gran público, pero que cumplen muy bien con sus personajes. Los más conocidos son Maika Monroe (la veremos próximamente en dos películas La quinta ola junto a Chloë Grace Moretz e Independence Day 2 junto a Bill Pullman y Jeff Goldblum) y Keir Gilchrist (aparecía en la serie United States of Tara y hacía de hijo de Toni Collette). Lo que encuentro a faltar es que se explique cómo se inició o quién fue el que inició toda esta "maldición", pero es que la película ya empieza a toda marcha. Y el director, además, parece obviar el hecho de que en la ciudad, en el vecindario dónde viven los protagonistas, viven más personas. Lo digo por lo de las varias muertes que se suceden a lo largo del film. Para empezar, la misteriosa muerte de la primera chica, la que vemos con la pierna literalmente partida por la mitad en la playa. Nadie comenta nada, ni la policía ni en la televisión. Lo mismo con el chico con el que la protagonista le cree pasar la "enfermedad" mediante el acto sexual. También cae preso del villano de turno. Son detalles que, en otra cinta, podrían pasar desapercibidos, pero que aquí se me antojan algo extraños. A veces aquello parecía una ciudad con cuatro habitantes (metafóricamente hablando).
Lo que sí me ha gustado ha sido la secuencia de la piscina y el lanzamiento de los electrodomésticos. Yo creía que la chico no lo contaba. Lo que ayuda a poner nervioso al espectador es el uso de la música. Y es que el director parece tener esto en cuenta, la música sería como otro personaje más, que cuando está presente es que algo malo va a pasar. Y esto durante los cien minutos de metraje. Es el uso del sintetizador a lo Halloween que te pone los pelos como escarpias.
Os la recomiendo, pero yo ya os comento de antemano que no os esperéis una película magnífica. Id preparados. Yo le doy un 7/10. En este tipo de films yo creo que es una puntuación más que correcta. ¿Es baja para mis gustos? Puede, pero es la nota que siento que se merece. Ni más ni menos.