Jean Renoir (1894–1979)



Dentro de la serie “Revisando sus películas”, que llevamos ya algunos años impulsando, nos faltaba todavía fijar nuestra atención en un director francés. Sin duda, la cinematografía gala es (si se puede adjetivar nacionalmente el cine), después de la estadounidense, la más rica y variada, de forma sostenida en el tiempo, del panorama mundial. Y qué mejor exponente de esa cinematografía que un director a la vez tan francés y tan internacional como Jean Renoir.

La filmografía de Renoir reproduce la misma evolución del cine: su época de formación en el cine silente (después de haberse convertido en un “fanático del cine” gracias a las películas Charles Chaplin); su período de madurez, con un conjunto de grandes films (Toni, La grande illusion, La règle du jeu) durante la década de los 30 (quizá su época dorada), con una notable y atrevida asunción del sonido (La chienne) y un portentoso uso de la profundidad de campo; unos años 40 de exilio hollywoodense, donde nunca se mostró como un director dócil, ni perdió su personalidad, entregando desde films combativos antinazis (This Land is Mine) a propuestas con cierto aire surrealista (The Woman on the Beach); una década de los 50 con interesantes experimentos cromáticos (Le carrosse d'or, French Cancan, Elena et les hommes) e incluso una exótica experiencia en la India (antes de Rossellini o de Louis Malle, o de que Satyajit Ray pusiera el subcontinente indio en el mapa cinéfilo), con The River; y un final de etapa marcada por algunos trabajos para la televisión (Le testament du Docteur Cordelier y Le petit théâtre de Jean Renoir), uno de los cuales cierra su obra en 1970, cuando contaba 76 años.

A pesar de adaptar numerosas obras literarias, algunas de primer nivel, no se puede considerar a Renoir un director “literario”, ni encuadrable en el cine academicista, de qualité, del cine francés de la posguerra, tan denostado por los dinamiteros de la nouvelle vague (jóvenes directores que, en especial Truffaut, le dedicaron elogiosas palabras: “Jean Renoir est le plus grand cinéaste du monde”, dijo el autor de Les 400 coups). Como nuestro anterior director sometido a revisión, Luchino Visconti, en la base argumental de la filmografía de Renoir aparecerán grandes nombres de la literatura: Émile Zola (por partida doble), George Simenon, Gustave Flaubert, Guy de Maupassant, Máximo Gorki, Octave Mirbeau, Rumer Godden, Robert Louis Stevenson…

Y por si esto no fuera suficiente para singularizar a nuestro director, Renoir comparte con Visconti un aspecto biográfico excepcional. Si el milanés era miembro de una estirpe aristocrática de rancio abolengo, que se remontaba a la Edad Media, el francés era hijo del gran pintor impresionista Pierre-Auguste Renoir, que lo inmortalizó en algunas de sus obras, como la que encabeza este comentario (sí, sí, ese es Jean, a pesar de la luenga cabellera que parece más propia de una niña… al menos para la época).

Renoir siempre tuvo muy presente esa herencia artística (al principio, él mismo parecía destinado a dedicarse a la cerámica), además de que, por medio del círculo de amistades del padre, tuvo acceso al mundo cultural de su tiempo. Hay algo “de familia” en su obra, empezando por su primera esposa, Catherine Hessling, como actriz principal, y siguiendo con las colaboraciones de su hermano, Pierre, como actor en algunas de sus películas (por ejemplo, el Luis XVI de La Marseillaise), y de su sobrino Claude (hijo de Pierre), como director de fotografía en varios de sus films, como por ejemplo Toni, para muchos el primer film neorrealista.



En fin, creo que en Renoir se reúnen suficientes puntos de interés como para pasar con él una larga temporada. El programa es el siguiente:

Cine mudo:

0. Catherine (Una vida sin alegría) (Une vie sans joie, 1924) [codirigida por Albert Dieudonné]
1. La hija del agua (La fille de l'eau, 1925)
2. Nana (Nana, 1926)
3. Sur un air de Charleston (1927) [cortometraje]
4. Marquitta (1927) [film perdido]
5. La pequeña cerillera (La petite marchande d'allumettes, 1928) [mediometraje]
6. Escurrir el bulto (Tire au flanc, 1928)
7. Le tournoi dans la cité (1928)
8. Le bled (1929)

Cine sonoro:

9. On purge bébé (1931) [mediometraje]
10. La golfa (La chienne, 1931)
11. La nuit du Carrefour (1932)
12. Boudu salvado de las aguas (Boudu sauvé des eaux, 1932)
13. Chotard et Cie (1933)
14. Madame Bovary (Madame Bovary, 1934)
15. Toni (Toni, 1935)
16. El crimen del señor Lange (Le crime de Monsieur Lange, 1936)
17. Una partida de campo (Une partie de campagne, 1936) [mediometraje]
18. La vie est à nous (1936) [film colectivo]
19. Los bajos fondos (Les bas-fonds, 1936)
20. La gran ilusión (La grande illusion, 1937)
21. La Marsellesa (La Marseillaise, 1938)
22. La bestia humana (La bête humaine, 1938)
23. La regla del juego (La règle du jeu, 1939)
23 bis Tosca (Tosca, 1941) [finalizada por Carl Koch]
24. Aguas pantanosas (Swamp Water, 1941)
25. Esta tierra es mía (This Land is Mine, 1943)
26. Salute to France (1944) [cortometraje; codirigido por Garson Kanin]
27. El sureño (The Southerner, 1945)
28. Diario de una camarera (The Diary of a Chambermaid, 1946)
29. Una mujer en la playa (The Woman on the Beach, 1947)
30. El río (The River, 1951)
31. La carroza de oro (Le carrosse d'or, 1952)
32. French Cancan (French Cancan, 1955)
33. Elena y los hombres (Elena et les hommes, 1956)
34. El testamento del Dr. Cordelier (Le testament du Docteur Cordelier, 1959)
35. Comida en la hierba (Le déjeuner sur l'herbe, 1959)
36. El cabo atrapado (Le caporal épinglé, 1962)
37. Le petit théâtre de Jean Renoir (1970)

37 films (36 de hecho, puesto que Marquitta es un film, a día de hoy, dado por perdido), entre cortos, mediometrajes y largos, más dos films cuya inclusión merece una aclaración. De entrada, el film inaugural, que he numerado con un O, Une vie sans joie, un vehículo pensado para lanzar la carrera como actriz de su esposa, Catherine Hessling, y que, aunque suele acreditarse como codirigida entre él y el actor principal, Albert Dieudonné, Renoir niega, en sus memorias (“Mi vida y mi cine”, Akal, 1993), haber dirigido. La otra excepción (23 bis), Tosca, es una adaptación de la celebérrima ópera de Giacomo Puccini, filmada en Roma, cuyo rodaje tuvo que abandonar debido al estallido de la II Guerra Mundial, y a la entrada de Francia en el conflicto, como resultado de lo cual la película fue finalizada por su amigo y colaborador Carl Koch (marido de Lotte Reiniger, la famosa directora de películas de animación con siluetas). Entre el resto de su filmografía se cuenta también un film colectivo, producido por el Partido Comunista Francés, La vie est à nous, o un corto dirigido junto a Garson Kanin, Salute to France, como contribución al “esfuerzo de guerra”.

Quedaría como bonus la posibilidad de comentar (si localizo una copia) un film que, al parecer, Renoir estaba destinado a dirigir. Según comentó Deanna Durbin, la protagonista, y se recoge en imdb, el director francés rodó dos tercios de la película, pero tuvo que renunciar debido a su vieja herida en la pierna (resultado de su participación en la I Guerra Mundial). En todo caso, el film resultante (para la Universal), Mi encantadora esposa (The Amazing Mrs. Holliday, 1943), con Deanna Durbin, Edmond O’Brien, Barry Fitzgerald, aparece como dirigido por Bruce Manning, que fue además el productor. Quizá lo declarado por Durbin tenga sentido, puesto que Manning, con una amplia filmografía como guionista y productor, no dirigió ningún otro film.

Todo a punto para iniciar la revisión, que en mi caso lo será en sentido estricto, puesto que he visto todas sus películas, muchas de ellas gracias a un ciclo, completísimo, que le dedicó la Filmoteca de Catalunya en 1994-1995 (con motivo del centenario de su nacimiento). También en los tiempos dorados de la televisión, tan añorados, se emitió (supongo que en la 2) una amplia retrospectiva de sus películas, que durante mucho tiempo tuve grabadas en VHS. En todo caso, para quien quiera seguirla, aclaro que la mayoría de películas han aparecido en nuestro mercado en ediciones en DVD (alrededor de una decena de títulos también en BD), aunque para algunas hay que recurrir a la compra en Francia, a YouTube o a otros canales semiclandestinos.

Respecto a la mecánica del ciclo, será la habitual: a finales de cada semana iniciaré la ronda con el comentario de la película que toque, siguiendo un riguroso orden cronológico. Así pues, empezamos la semana que viene con Une vie sans joie. Espero que el ciclo responda a una de las principales características del cine de Renoir: una contagiosa joie de vivre.