Comprendo lo que dice Voltaire sobre el artificio en lo melodramático. Yo diría que proviene de ese estilo marcado, excesivo, deudor de otras muchas influencias.
Pero en cualquier caso, sí veo muy positiva esta cuestión en ciertas películas, y no tanto en otras (con lo que estaría de acuerdo con Voltaire en estas).
Además, creo que depende de los actores "empleados". Siempre he dicho que casi nadie ha imprimido tanta verdad al cine de Pedro como Carmen Maura. Con excesos, pero con mucha verdad (véase su magistral Mujeres).
De todas formas, y hablando de Julieta (que recordemos se iba a titular Silencio), es muy apropiado ese alejamiento emocional (en lo aparente) y esos demonios internos que afloran (tanto en tiempo presente como los que se arrastran en la memoria, tiempo después).
En este sentido, creo que Julieta hay que verla dos veces (en realidad, a mi me pasa con todo el cine de Pedro, que lo disfruto más en el segundo visionado, una vez captada la esencia y los detalles importantes).