No exactamente, quería decir que cuando escribe guiones sólidos, como es el caso de Hable con ella o incluso Volver, consigue unos resultados óptimos, más que nada porque la dirección la maneja con una fluidez asombrosa. Vendría a ser como dar un maestro culinario los ingredientes más selectos: ya tiene una obra magna. Por desgracia, eso pasa, en mi opinión, muy pocas veces, y es ahí donde queda más visible la sabia dirección del manchego, levantando proyectos de dudosa solidez. Sus guiones casi siempre me parece que flojean, se deja llevar demasiado, y siempre bajo mi punto de vista, por esos maestros que tanto idolatra, y muchas veces la sombra del folletín entra en juego.