Roy, muchas gracias por tu sentido texto. Es verdad que Julieta, pese a parecer en primera instancia poca cosa (según alunas críticas), incluso parecer "menor" ante Todo sobre mi madre o Hable con ella, creo que en el fondo y con el tiempo, llega más lejos que éstas. Yo sigo pensando en el film, dándole vueltas en la cabeza (y también, extraña mezcla, al de Paco León, desde ya, para mí, heredero del espíritu almodovariano de los 80).
Y es que creo que estamos ante el comienzo de otra etapa de Almodóvar, nacida al igual que la iniciada con La flor de mi secreto, de un resbalón (Kika-Los amantes pasajeros). Y si el Almodóvar de 1995-2013 creció como autor a base de imágenes poderosas y coloristas, guiones intrincados pero perfectos en sus encajes y tomando como aliado al gran Alberto Iglesias parece que ahora, suaviza sus composiciones y colores, por lo menos los fondos (aunque mantenga algunos momentos muy coloristas), estiliza más su estilo y su escritura se vuelve más lineal pero diría que más profunda y sutil y que recurre a eso al silencio a no contarnos todo para que los gestos, lo rostros y lo sugerido sea quienes lo cuenten (y como no, en eso no ha cambiado, cimentando todo esto en unas interpetaciones magistrales).
En definitiva, creo que Almodóvar, muchas veces criticado por su soberbia, en el fondo creo que sí sabe "escuchar" a los demás cuando quiere y en este caso ha "escuchado" perfectamente a Alice Munro, modelo de sutileza, de contar sin contar, de expresar sentimientos con lo que no se dice en vez de con lo verbalizado.
Roy lo ha expresado mucho mejor que yo:
ahí Munro es la maestra y desde ya Almodóvar un excelente discípulo.Julieta es como esas cosas que no se dicen a tiempo, luego se enfrían, y resultan muy complicadas de expresar.
Saludos