Venga, una nota de humor. He recibido un Whatsapp de un colega de profesión al que le comenté lo del Rey Lear de Branagh anoche. Se da la circunstancia de que a este hombre le gusta bastante Branagh como director, pero no le gusta nada Shakespeare.
Esto me ha respondido. Lo copio y pego literalmente, con su permiso.
"¡Joder, hasta los cojones estoy ya con su obsesión con el bardo de los huevos!. ¿Pero es que no lo va a dejar estar nunca, o qué?. ¡30 años dando el coñazo con lo mismo, joder! Tenemos un tío que rueda y dirige actores de puta madre, pero que ha desperdiciado gran parte de su filmografía en adaptar al plomo sobrevalorado este. Tres veces intenté ver su Hamlet y tres veces me dormí. Su Mucho Ruido y Pocas Nueces parece un anuncio de yogur griego. El musical aquel que hizo basado en una de sus obras da vergüenza ajena. Enrique V parece un panfleto pro monarquía británica. A tomar por culo ya Shakespeare, hombre.
Y sin embargo luego tiene cosas como Morir Todavía, Frankenstein, Cenicienta, Jack Ryan. Todos peliculones. Historias que merecen la pena, interesantes, no rollos macabeos.
En fin, a ver se la pega este otoño en teatro y se dedica a adaptar (sobre las tablas) obras de teatro de autores contemporáneos, que también se le da bien.
Además, estamos en 2023. ¿Que puede aportar un autor del mil quinientos y pico a la problemática e inquietudes de la sociedad actual?.
Nada. Irrelevancia, solo eso."