Terminada la 3a. Otra serie más que, superada la premisa inicial, que daba tal vez para un arco, empieza desdibujarse en si misma. Lo peor es que ha perdido casi el sentido. La frescura no, pues ya la perdió tras la primera temporada. Que, como me parece haber leído, cada temporada se encargue a una showrunner distinta me parece un error, sobre toto en una serie serializada. Destaco el episodio en Rusia (bueno, y todo lo de Barcelona, joder, que me hace tilin), y un poco la Comer/Villanelle, pero es que ella es el asunto: si ella ya no despierta ese interés (aunque mantiene tablas pero no es suficiente), poco podemos hacer.
Y lo peor: ¿hacia donde va todo esto? ¿qué nos han contado?
La risa de Konstantin mola, eso sí.
PD: min 2![]()
![]()
![]()