Malick tenía la expectación (bueno casi) de un Kubrick, director de culto que deja pasar mucho tiempo entre películas.

Un estreno suyo es un acontecimiento. El caso es que To The Wonder bajó mucho el nivel y ya se sabe que en Hollywood eres tu última película.

Cómo aquello de que De Palma era el nuevo Hitchcock y Shyamalan el nuevo Spielberg...

Luego sus películas "bajaron" de nivel y la crítica decía que sus películas parecian más una parodia de su estilo.

Si no tienes el respaldo de un público mayoritario siempre te queda la crítica. Si pierdes a ésta lo tienes crudo.

Es triste pero es así.