O así lo afirma el nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, en declaraciones a raíz de los casos de abusos en la Archidiócesis de Los Ángeles.
Si como nuncio representa a la Iglesia, bien puedo decir que esta institución debe desaparecer... o meterles un puro por tales declaraciones. Patético, bochornoso, lamentable.