Ayer tuve la suerte y el suficiente valor intelectual para dejarme llevar por uno de los filmes que más me han sorprendido en estos últimos años. He de reconocer que huyo del cine de Bay desde que tengo uso de razón cinéfila y esta película concretamente aún no la había visto, y aunque sé que mi limitadísima popularidad se va a ver herida por este osado comentario, creo justo el atrevimiento y merecido el reconocimiento a la que es ya para mí una de las mejores, y sobre todo honestas, películas de acción de los 90.

La sorpresa ha sido mayúscula, pues aunque tenemos cafeína y red bull visual para llenar un estadio, aquí la cosa parece estar un poco más ordenada, y coño, hasta apasiona. El caos muere y el desarrollo de la historia crece regalando interés y momentos de verdadero suspense.

Sean Connery en ese papel de abuelote simpático con altas dosis de heroicidad desmelenada, Nicolás “sobrino de…” pavoneándose al son de una cámara nerviosa, Ed Harris perdiendo el culo por convencernos de su honestidad patria y sobre todo un David Morse escandalosamente fantástico son el principal reclamo y envoltorio de una película de acción encantadora y con unas dosis de adrenalina bestiales.

La Roca es una película de acción en estado puro, sin influencias externas, sin guiños, sin destilaciones filosóficas ni mensajes de moralina; es cine de talonario por y para el público. Una obra cumbre de los 90 dentro de su categoría, el de la decencia y honestidad fílmica del "action movie".

Disfrutar la película ha sido como ir a un Mac Donald’s; comida rápida y aunque poco sana muy sabrosa.

El señor Bay ha plantado un árbol con esta película, que pena que el resto de su filmografía no consiga siquiera el aprobado de la mediocridad. Su cine se ahoga en el océano de las buenas ideas, porque las hay, ¡Vaya si las hay!, pero no sabe o quiere saber como sacarles el zumo; La Isla o Pearl Harbor son claros ejemplos de ello. Dios santo lo que podría haber salido de esas dos películas sin ir más lejos
¿Esta Roca la hizo Bay?, un buen rato me quedé pensando en ello cuando terminé de verla.

En fin, mientras espero con entusiasmo otra Roca o el milagro de los peces y los panes tratándose de quien se trata, me busco un hueco en la agenda para volver a disfrutar de este PELICULÓN: Un “Die Hard” firmado por la incompetencia, la excepción que confirma la regla, o mejor, el extraño caso del cineasta iluminado….

Salu2.