El Confidencial

PSE y Batasuna ya han alcanzado un acuerdo sobre cómo será la negociación tras la tregua de ETA
Oscar López-Fonseca

El incipiente proceso de paz en el País Vasco ha tomado una velocidad insospechada en los últimos días. Y no sólo por las optimistas declaraciones de José Luis Rodríguez Zapatero del pasado viernes. En las pasadas semanas, los representantes de Batasuna y el PSE han alcanzado en sus contactos “oficiosos” un acuerdo clave para avanzar hacia el fin de la violencia en Euskadi: fijar cuál será la metodología que rija la mesa de partidos que, tras la ansiada tregua de ETA, comenzará a funcionar.

Según las fuentes consultadas por El Confidencial, dicha metodología recoge la necesidad de que los acuerdos que se alcancen en ella deberán contar necesariamente con el respaldo tanto de partidos nacionalistas como de no nacionalistas. Un acuerdo que intenta evitar a toda costa que se repita la situación de bloques enfrentados que surgió en el anterior alto el fuego de la banda armada, cuando las fuerzas vascas apoyaron el Pacto de Lizarra, el cual que obligaba a los firmantes a no buscar acuerdos con las formaciones llamadas entonces “españolistas”.

Este compromiso alcanzado por socialistas vascos y la izquierda abertzale es una de las piezas que ha provocado que el optimismo se dispare recientemente en el Palacio de La Moncloa. Tanto que, como adelantó en exclusiva El Confidencial el pasado viernes, Zapatero y el reducido sanedrín que está al tanto del estado de los contactos ya han puesto fecha al anuncio de la tregua por parte de ETA: la tercera semana de febrero.

Por su parte, los interlocutores batasunos que han participado en las reuniones, con Arnaldo Otegi a la cabeza, han conseguido arrancar a los representantes del PSE el compromiso de incluir entre los contenidos a abordar en dicha mesa de partidos la cuestión de Navarra.

En concreto, los socialistas aceptaron (como adelantó este diario el pasado 9 de diciembre) hablar sobre la creación de una institución común entre Euskadi y la Comunidad Foral en la que participaran de modo paritario los parlamentos de ambas regiones. La creación de dicha institución, bautizada como ‘Dieta’, sería aprobada o rechazada por los vascos y navarros en un referéndum que se celebraría de modo simultáneo en ambas comunidades.

Restar protagonismo a Ibarretxe

En lo que también han coincidido PSE y Batasuna en el transcurso de sus contactos es en la necesidad de buscar una fórmula para constituir la célebre mesa de partidos que no sea ni la que propone el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ni la que protagonizan la propia Batasuna, EA, Aralar y otras organizaciones sindicales y sociales vascas a través del llamado Foro de Debate Nacional.

Ambas formaciones políticas quieren evitar a toda costa que el lehendakari se arrogue el protagonismo de la mesa, a la que el pasado 1 de febrero Ibarretxe quiso dar un nuevo impulso con la constitución, junto a las otras dos fuerzas del tripartito, EA y EB, del llamado Consejo Político. Una iniciativa que fue criticada abiertamente por socialistas y abertzales.

Éstos insisten en asumir también la paternidad de la formación de dicha mesa de partidos, para lo cual han acordado el compromiso de que la constitución de la misma sea visualizada por la sociedad como una iniciativa de todas las fuerzas políticas que muestren su disposición a sentarse en ella.