Pero esta película molesta no sólo por su baja calidad artística, sino por la demagogia del partidismo inherente, y la deformación deliberada de unos hechos históricos que nos tocan demasiado de cerca...
Y no hablo desde ningún lado concreto, ojo; que me enervan y sulfuran por igual estas prácticas por cualquiera de los dos extremos.
Porque eso no es cine, ni arte, sino pura propaganda.
Y que por ser del lado que es, se pase de tapadillo, e incluso se le de algún premio ( como quien acaricia al perro...), es lo que me preocupa y no dejará de asquearme de este país.
PD: Stake Land es y será siempre una película de culto para muchos, entre los que me encuentro a la cabeza entusiasta (como Jeremiah Jonhson, por otra parte![]()
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