"American History X" lo dio a conocer. Fue principio y final de muchas cosas en la carrera de Tony Kaye. Director, publicista, un hombre con ego planetario al que los grandes estudios de Hollywood vetaron tras el polémico rodaje de esa película (peleas con Edward Norton, gritos en la sala de montaje, querellas y odio, mucho odio) y al que los pequeños estudios han acabado vetando tras los múltiples conflictos que han acabado por aparecer en los rodajes publicitarios de Kaye. Con las puertas de la ficción cerradas por decisión ajena y comportamiento impropio, Kaye ha optado por culminar uno de esos trabajos de toda una vida, la realización de "Lake of fire", un documental que lleva elaborando durante los últimos 15 años y en el que analiza uno de los temas que quedan por diseccionar: el aborto.
Viajes a la América profunda y a la epidérmica, imágenes de archivo de cuando el aborto era tabú y motivo de exilio, declaraciones de políticos, curas y militantes proabortistas, "Pro Choice" o "Pro Life", movimientos antagónicos que buscan el punto tangente. La historia del aborto según Kaye. Y él que es publicista, fotógrafo y visionario, hace de "Lake of fire" algo digno de verse en salas cinematográficas, algo que ya quisieran estrenar en exclusiva casi todos los canales de televisión. No serán ellos sino el Festival de Toronto quien proyectará por primera vez en todo el mundo "Lake of fire" dentro de su sección oficial de documentales.
Pero eso será en Octubre. Entonces tendremos más imágenes e información. Entonces sabremos si el documental le sirve a Kaye para que algunos le abran las puertas de la ficción. El cine lo agradecería, los estudios posiblemente no.