Recuerdo que había una chica en la sala (de estas rarillas que parece que cuando comentas algo de una mujer se te lanza al cuello; ya sabes...), y que era la única que defendía la postura "horrible posible" (que suele ser la que más me gusta a mí, sin embargo), y cuando nos detuvimos en todos esos planos, hasta incluso medirlos, todos nos percatamos de lo que se comentaba en los estudios más sesudos, del filme y la novela, que es lo que te he puesto en spoiler: "horrible imposible". La astucia de Clayton, que parece inspirado por el propio diablo, es jugar con el cambio de plano para que ese rostro del niño, antes del colapso, te pueda parecer que comunica lo que tú dices. Pero no coincide, repito, ni en ángulo, ni en altura. El fantasma se le aparece a la Kerr y siempre refleja el temor de ésta por irrumpir en su relación con los dos críos, en especial con el chico, sus miedos y puritanas frustraciones de mujer no realizada sexualmente. De ahí que desaparezcan por completo cuando el niño fallece agotado. Míratelo bien, y fíjate dónde está el jardinero, y luego mira el plano que continúa al del primer plano al rostro del niño. La dirección de la mirada, la colocación de éste... no coinciden con haber estado mirando hacia arriba. Y el beso reprimido es muy revelador. ¿Para qué si no? Estaría fuera de lugar. Con un beso en la frente habría bastado, ¿no? Ya ves si lo fue, que la iglesia, en su hoja dominical, amenazó al posible espectador del filme, de cometer un pecado mortal. Por ahí guardo esa hojita histórica...