Cheap Thrills
El concepto es básico y recuerda al típico reality americano (como en la misma película mencionan) de "te doy tanto dinero si...(normalmente comer bichos o algo similar)". Aquí son un rico excéntrico y su novia en el día del cumpleaños de la segunda, los que a modo de experimento extremo pondrán a prueba a dos amigos que se encuentran en un bar después de años, para ver a dónde llegarían por dinero. Con esto parece claro lo que va a pasar y también más o menos un final que no apunta a feliz, pero aún así sabe sacarle jugo, mantenerte en tensión, ir en un in crescendo logrado, impactar y hacer las delicias de los amantes de la sangre y la violencia en la gran o pequeña pantalla. Tiene el "plus" de que no es sólo una lucha materialista sino que uno de los desafiados ese mismo día se ha quedado sin trabajo y tiene una orden de desahucio, por lo que le viene como ángel caído del cielo la propuesta o eso piensa él en un principio. Sus personajes rinden a un nivel notable, lo que ayuda a hacer creíble lo que está pasando y ya sólo por su plano final, vale la pena. Un
6'7
Blue Ruin
La cinta nos pone en la piel de un joven vagabundo que duerme en su viejo coche y recibe la noticia de que el hombre que mató a sus padres ha salido de la cárcel, por lo que viaja rápidamente a encontrarlo y vengarse. Si eso, en una película que desde el inicio se promete sobria y cocinada a fuego lento, parece la meta final, pronto sorprende con que es solamente el punto de arranque a una venganza que se complica. Tras una ópera prima de concepto interesante (en breve me la veo), Jeremy Saulnier muestra en su segundo largometraje unos grandes dotes para la dirección, siendo en todo el film los movimientos de cámara, los juegos de planos y de luz, claves para la forma en la que nos cuenta la historia. Cine violento donde el equilibrio entre la pausa y los momentos de acción son claves para lograr mantener en tensión al espectador, como ya vimos en recientes obras aclamadas como "Drive" o sobretodo "Animal Kingdom" a la que recuerda más, compartiendo incluso el tema de los clanes familiares criminales. Salvo algún momento mínimo en el que el ritmo parece que pueda decaer, la balanza entre recursos narrativos se mantiene firme y consigue tener al espectador agarrado al sillón para luego golpearlo con momentos de logradas disputas, sean cuerpo a cuerpo o con arma a distancia. Por ello y en resumen, estamos ante un notable thriller independiente, con buenas actuaciones y entre muchas otras cosas ya mencionadas, grandes secuencias de tensión y violencia, incluyendo la parte final, pese a que a poco espavilado que estés, se vea venir su "giro".
Un
7'4