Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

¿Es posible descubrir anoche que existe una banda llamada The Band?
y que sólo he visto la primera hora porque
no podía creerme tanto talento y belleza musical junta en el film de Scorsese
y no podía entender todo como se merece,
la copia no traía subtitulos para las canciones en ingles
y hoy me he pasado toda la tarde buscandola con las LYRICS
y flipando con esa primera hora en audio, no el filme,
en especial DRY YOUR EYES que es la rehostia
hostia
muy fuerte descubrir todo eso casi a los 42 años

Vi Mientras dure la guerra (un cero, es un 0) y Inherent Vice (un 4, me recordó a Under the Silver Lake, son marcianadas alucinógenas)

También me vi los 18 episodios, seguidos, sí, seguidos, de DIABLO GUARDIAN porque conozco a la guionista y mis amigos mex han trabajado en ella. Me quedo con la novela. Chava chilanga quiero ser, bien fresa, nada naca, Violeta, te amamos.

Me vi otras seis películas en una noche. Llevaba desde el 6 de diciembre sin ver NADA.

Proxima vez voy a a jugar con la GÜIJA como hace Joaquin Phoenix en Vice y que me salga el dealer; o escuchar vinilos al revés o ver vhs como hace el feo de Andrew, pero ni tengo vinilo ni reproductor de video. Cachis. Aunque Castilla y Detroit no es la puta California, para mi desgracia.

Creo que en español no se ha escrito mejor personaje femenino que la Violeta de Diablo. Quiero se puta y putear como ella.

Querida Violeta: yo si que hubiera sido feliz con tu superman, me iba con él a Laredo, sería feliz con el gringo güerito ranchero, le lavaría los calcetines, y hasta me dejaría (pegar)
tener 15 años
ser ladrona
mentirosa
chilanga
neoyorquina y que me rompa el bizcocho el güero divino
oh yeah

Gracias; Xavier Velasco

He empezado a ver Dolls de Takeshi Kitano, y de verdad que lo siento mucho, pero a los 50 minutos la he quitado.

Y mira que me encanta Takeshi Kitano, es uno de los grandes nombres del cine japonés, pero es que la película esta no hay por donde cogerla, y los pocos momentos en que la trama tiene algo de sentido, como que te importa una mierda lo que les pase a los personajes.

Dolls hace años que no la veo. Son 3 episodios. Es bellisima, en serio, es hermosa, yo le daría chance.

CLÁSICOS DEL GÓTICO ITALIANO:

I TRE VOLTI DELLA PAURA (1963, LAS TRES CARAS DEL MIEDO) de Mario Bava



Coproducción italo/franco/norteamericana.

Estudio: Emmepi Cinematografica / Lyre Cinématographique / Galatea S.p.A. / American International Pictures.

Productores: Alberto Barsanti y Lionello Santi.

Guión: Marcello Fondato, Alberto Bevilacqua y Mario Bava, a partir de historias de Guy de Maupassant (en realidad F. G. Snyder (¿?)), Alekséi Nikoláyevich Tolstói y Antón Chéjov (en realidad Franco Lucentini).

Dirección artística: Riccardo Dominici.

Fotografía: Ubaldo Terzano (en Technicolor y formato panorámico) y Mario Bava (no acreditado).

Música: Roberto Nicolosi.

Reparto:

- IL TELEFONO: Michèle Mercier (Rosy), Lidia Alfonsi (Mary).

- I WURDALAK: Boris Karloff (Gorcha), Mark Damon (D’Urfé), Susy Andersen (Zdenka).

- LA GOCCIA D’ACQUA: Jacqueline Pierreux (La señorita Chester).

Duración: 1 h 32 m 15 s.

Rodaje: del 27 de febrero al 31 de marzo de 1963.

Estreno: 17 de agosto de 1963 (Italia); 6 de mayo de 1964 (EUA); 17 de noviembre de 1965 (Francia); 6 de diciembre de 1965 (España).

Recaudación (en Italia): 103.500.000 liras.

1963 sería, sin lugar a dudas, un año decisivo en la carrera del director italiano Mario Bava (1914-1980), uno de grandes maestros del cine fantástico y/o de terror y del que este año se cumplen (en concreto, el 27 de abril) 40 años de su fallecimiento.



- Casualmente ese mismo año, 1980, moriría otra de las figuras clave del género como fue el británico Terence Fisher (1904-1980), con quien Bava compartía su gusto por el cromatismo más exacerbado, especialmente en sus colaboraciones con el imaginero Jack Asher. -

Y es que en dicho año Bava estrenó tres de sus mejores largometrajes: LA RAGAZZA CHE SAPEVA TROPPO (1963, LA MUCHACHA QUE SABÍA DEMASIADO) – considerado el primer giallo de la historia del cine y cuyo título es un obvio homenaje al maestro británico del suspense -, la película hoy comentada y LA FRUSTA E IL CORPO (1963) – una de las joyas ocultas del género protagonizada por el gran Christopher Lee -.







Mario Bava primero ejerció como operador (y director no acreditado) de títulos tan míticos como I VAMPIRI (1957) y CALTIKI, IL MOSTRO IMMORTALE (1959) de Riccardo Freda o LA FATICHE DI ERCOLE (1958, HÉRCULES) y ERCOLE E LA REGINA DI LIDIA (1959, HÉRCULES Y LA REINA DE LIDIA) de Pietro Francisci.

Su debut como director sería todo un acontecimiento para el género, la magistral LA MASCHERA DEL DEMONIO (1960, LA MÁSCARA DEL DEMONIO), protagonizada por la actriz británica Barbara Steele, que fue para el cine transalpino como el tándem Cushing/Lee para el cine de las islas.



Después Bava rodaría un peplum que cotiza al alza en la bolsa de los cinéfilos, ERCOLE AL CENTRO DELLA TERRA (1961), donde trabajaría por primera vez con un Christopher Lee que se quería alejar temporalmente de sus colaboraciones con la Hammer británica.

Si LA MÁSCARA DEL DEMONIO se rodó en un bellísimo blanco y negro (y formato panorámico), ERCOLE… lo sería en un suntuoso y muy contrastado color (y en formato Scope) que nos muestra ya al Bava más desatado.

LAS TRES CARAS DEL MIEDO, quinto largometraje del director italiano, es un ejemplo de los vasos comunicantes que existían entre el cine europeo y el norteamericano.



Si Roger Corman para su segunda adaptación de la obra de Edgar Allan Poe (PIT AND THE PENDULUM (1961, EL PÉNDULO DE LA MUERTE)) contó con la presencia de Barbara Steele, por su parte Bava estructuró su segunda incursión en el fantástico (o tercera, si incluimos ERCOLE… aunque pertenece más bien al género de aventuras) en tres segmentos al igual que había hecho el citado Corman en TALES OF TERROR (1962, HISTORIAS DE TERROR).





Además la participación en la producción de la American International de Samuel Z. Arkoff y James H. Nicholson garantizó la presencia de las estrellas Boris Karloff (que ese mismo año había protagonizado para Corman THE RAVEN (1963, EL CUERVO) y THE TERROR (1963) y que también era famoso por haber hecho de anfitrión en dos series para la televisión (THRILLER (1960-1962) y OUT OF THIS WORLD (1962)) y Mark Damon (que igualmente había participado en la primera película del ciclo Poe de Roger Corman, HOUSE OF USHER (1960, LA CAÍDA DE LA CASA USHER) que ayudarían a que la película tuviera una mejor acogida en las colonias.







Dado que LA MÁSCARA DEL DEMONIO se estrenó en los EUA como BLACK SUNDAY (el 15 de febrero de 1961) con unas más que notables recaudaciones (706.000 dólares), se decidió que LAS TRES CARAS DEL MIEDO se titulara de manera similar como BLACK SABBATH, en un programa doble (como era habitual en el cine norteamericano) con la citada LA MUCHACHA… allí rebautizada como THE EVIL EYE.



Desgraciadamente la respuesta en taquilla no fue la esperada dado que únicamente recaudó 419.000 dólares y ello pese a que la película se alteró brutalmente cambiando el orden de los segmentos (y censurando notablemente el primero (EL TELÉFONO)) así como alterando la hermosa banda sonora original de Roberto Nicolosi (que nos recuerda al mejor James Bernard, el músico favorito de Terence Fisher) por una mucho más atenuada de Les Baxter (quien por entonces se encargaba de las producciones cormanianas basadas en textos de autor de Boston) e incluso la colorimetría (el bello Technicolor por el más pastoso Pathé Color).

Por tanto, y aunque ahora es posible gracias a ediciones como la magnífica de la británica Arrow poder visionar ambas, el presente comentario se centrará únicamente en la versión original, o sea la italiana, que, pese a todo, también sucumbió en parte a la tutela ejercida por la AIP en la figura de Salvatore Billitteri que ejerció como productor (o más bien supervisor) de facto.

Y no me duelen prendas a considerar LAS TRES CARAS DEL MIEDO no sólo como la obra maestra de Mario Bava sino igualmente como una de las mejores películas de cine fantástico y/o de terror de la Historia del Cine.

Hablamos siquiera brevemente de cada uno de los tres segmentos, especialmente dado que el primero suele despreciarse en base a los dos (y magistrales) siguientes.

Lo primero denotar la presencia del citado Boris Karloff, vestido elegantemente, que presentará la película como hacía en las series arriba mencionadas y que parece también un guiño a las primeras producciones de la Universal (DRACULA (1931, DRÁCULA) y FRANKENSTEIN (1931, EL DOCTOR FRANKENSTEIN) donde se advertía a la audiencia sobre lo que iban a ver.





EL TELÉFONO, protagonizado por una bellísima Michèle Mercier, es no sólo un giallo en toda regla sino también, y en puridad dado que se rodó en color, el primero de la historia pese a lo que antes comentábamos acerca de LA MUCHACHA QUE SABÍA DEMASIADO dada la importancia que el color tendría en el género (y cuyas cimas fueron elaboradas por el mismo Bava y su discípulo más aventajado, Dario Argento), además de la presencia del cuchillo y de las medias que sirven para estrangular...



Bava crea una espléndida tensión con únicamente dos (o tres…) personajes y se (re)crea en la belleza de la protagonista, Rosy, una prostituta de lujo que se ve asediada por las continuas llamadas de alguien que dice conocerla y que planea matarla esa misma noche y en su propio piso.





Con una bella partitura jazzística que se acompasa a la perfección con las estridentes llamadas telefónicas y con los silencios que se dan en medio Bava elabora un relato absorbente donde la cámara se mueve con sensualidad y elegancia y el cromatismo elegido (tanto en el color del apartamento como en las ropas de las protagonistas) evocan un erotismo de altos vuelos sin caer nunca en el mal gusto.



El “truco final” de la historia (que, lógicamente, no voy a desvelar) será una de las características comunes a los tres segmentos.

Del final (obligado) de la película hablaremos más tarde…



EL VURDALAK (en el rótulo original se indica por error I WURDULAK en lugar de I WURDALAK, algo que no se ha corregido ni siquiera en las copias actuales…) es no sólo la más extensa de las tres historias sino que es uno de los relatos de (o sobre) vampiros más hermosos (por lo terrible) que se han llevado jamás a la gran pantalla.

Basada en un cuento del primo de León Tolstói, Alekséi, al que se mantiene relativamente fiel, EL VURDALAK (o más bien, LA FAMILIA DEL VURDALAK como se puede apreciar en la portada de la edición en castellano de la obra) narra la terrible historia del exterminio de una familia a manos del pater familias, el temible Gorcha (un extraordinario Boris Karloff), después de que a raíz de la muerte (y decapitación) del bandido turco Alibek a quien perseguía (en realidad, un vampiro), éste le traspasara su maldición.



La extraordinaria gradación del horror del relato vehiculizada por Bava a través de los colores más vivos e intensos eleva este segmento a unas alturas a las que las producciones británicas no podían siquiera soñar.

[“Los vurdalak son cadáveres que tienen sed de sangre. La sangre de los que más han amado…

Cuanto más han amado a una persona más quieren matarla para beber su sangre”.]

Escenas mil veces imitadas pero nunca superadas como aquella en la que el nieto de Gorcha, que ha caído víctima de su abuelo, llama a la puerta de la casa para que le dejen entrar porque fuera hace mucho frío…



El superlativo trabajo interpretativo de Karloff quien sólo con su mirada es capaz de ponernos el vello de la piel como escarpias pero al que también le otorga un malévolo sentido del humor.



Y el final que recuerda al de la mítica INVASION OF THE BODY SNATCHERS (1956, LA INVASIÓN DE LOS LADRONES DE CUERPOS), cuando el sueño vence a la bella Zdenka (Susy Andersen), objeto de deseo del joven y guapo aristócrata D’Urfé (un siempre correcto Mark Damon) y significa el triunfo final del temible Gorcha que si siendo un simple humano era el temor de su familia ahora lo será por los siglos de los siglos.





Por cierto, el final de la historia se rodó en los mismos escenarios (la abadía semiderruída) del primer largometraje del director, la ya varias veces mencionada LA MÁSCARA DEL DEMONIO.

- Al igual que en EL TELÉFONO se había reutilizado el piso de la protagonista de LA MUCHACHA… -



Y si EL VURDALAK es una obra maestra de cabo a rabo, LA GOTA DE AGUA es otra joya a su altura (¿incluso superior?) y donde nuevamente Bava demuestra un aplastante dominio no sólo de la imagen (de nuevo esos colores primarios y detonantes) sino un uso magistral del sonido (o de la falta de él) que será determinante en la puesta de escena de este relato ¿de fantasmas? que pese a ser atribuido al mismísimo Chéjov en realidad procede de un relato (“Dalle tre alle tre e mezzo”) del escritor italiano (y editor) Franco Lucentini y que Bava descubrió al leer la antología Storie di fantasmi (1960).



- Se me olvidó comentarlo, pero igualmente el cuento de Tolstói que sirvió de base para EL VURDALAK procede de la lectura de otro libro coetáneo, I vampiri tra noi (1960).-

Esta bellísima (sublime, diría yo) historia de venganza de ultratumba le permitió a Bava trabajar con su querido (y admirado) padre, Eugenio, quien se encargaría de la elaboración de la médium que muere de un ataque al corazón en medio de una sesión de espiritismo cuando estaba en trance.



La codicia de la enfermera (Jacqueline Pierreux) que se encarga de amortajarla cuando observa el hermoso anillo que lleva la difunta en su mano le abrirán de par en par las puertas del infierno.



El uso como decía del sonido, primero el ruido de una mosca y luego el goteo de un grifo mal cerrado serán los detonantes que beben del mejor Edgar Allan Poe y que dejan en meros juegos infantiles las, por otra parte, estupendas adaptaciones de Roger Corman.

Pocas veces se ha alcanzado un grado de horror semejante con tan escasos elementos y de una forma tan artesanal.

Incluso esa muñeca de cera nos produce unos escalofríos que ya le gustaría provocar a la buena de Annabelle…



Lógicamente (¿?) la película no podía acabar…

… como acaba…

… y por ello el antes mencionado Billitteri obligó a Bava a rodar un nuevo final.

Un final con una notable retranca y donde vemos al temible Gorcha encarnado por Karloff montado en un caballo…



… falso y donde el equipo técnico (incluido el propio Bava) siguen la broma hasta el final, simulando que todo no ha sido más que una chanza.

Lo más gracioso es que a los de la AIP no les gustó nada semejante charada y la eliminaron de las copias que se exhibirían en los EUA.

Así que ni ellos ni nosotros pudimos disfrutar del final original de la cinta. ¿O tal vez sí?

Después de todo no hay más que parar el visionado cuando vemos…



Feliz noche y cuidado con los (malos) espíritus…

… que haberlos haylos.

¿O tal vez no?

Iniciado por rohmerin

Es bellisima, en serio, es hermosa, yo le daría chance.

Si que reconozco que la fotografía, ambientación es deliciosa, eso si.

REVISANDO CLÁSICOS: LA COMEDIA ROMÁNTICA.

THIRD FINGER, LEFT HAND (1940) de Robert Z. Leonard.



Estudio: Metro-Goldwyn-Mayer Corp. / Loew’s Inc.

Productor: John W. Considine, Jr.

Guión: Lionel Houser.

Dirección artística: Cedric Gibbons y Paul Groesse.

Fotografía: George Folsey.

Música: David Snell.

Reparto: Myrna Loy (Margot Sherwood Merrick), Melvyn Douglas (Jeff Thompson), Raymond Walburn (El señor Sherwood), Lee Bowman (Philip Booth), Bonita Granville (Vicky Sherwood), Felix Bressart (August Winkel), Donal Meek (El señor Flandrin), Ann Morriss (Beth Hampshire), Sidney Blackmer (Hughie Wheeler), Ernest Whitman (Sam), Halliwell Hobbes (Burton).

Duración: 1 h 36 m 26 s.

Rodaje: del 24 de julio al 29 de agosto de 1940.

Estreno: 11 de octubre de 1940.

El director norteamericano Robert Z(igler) Leonard (1889-1968) es otro de esos “oscuros artesanos” que proliferaban en el Hollywood clásico y que hoy en día están completamente olvidados. Y ello a pesar de que en 1937 su película THE GREAT ZIEGFELD (1936, EL GRAN ZIEGFELD) se llevó 3 Oscar, incluido el de mejor película…



Realizador de una amplia filmografía (desde 1913 hasta 1956) sus trabajos más conocidos (que no los mejores ciertamente) son las cinco producciones que dirigió para la pareja Jeanette MacDonald y Nelson Eddy, películas todas ellas que han envejecido espantosamente mal, todo hay que decirlo.

Pero, curiosamente, ese mismo año (1940) vio la luz la que es para mí la mejor versión que se ha llevado a cabo hasta la fecha de la famosa novela de Jane Austen (1775-1817), Orgullo y prejuicio (1813).

Me refiero, lógicamente, a PRIDE AND PREJUDICE (1940, MÁS FUERTE QUE EL ORGULLO), protagonizada por la exquisita y elegante Greer Garson y el apuesto e impecable Laurence Olivier y que es una auténtica gozada de principio a fin.



Aunque la película hoy comentada no alcanza, ni de lejos, la calidad de la anterior, ello no es óbice para disfrutar igualmente de una divertida comedia romántica interpretada magistralmente por dos actores hoy también poco (re)conocidos pero de un talento a prueba de balas como son la bellísima y deliciosa Myrna Loy (1905-1993) y el siempre elegante y divertido Melvyn Douglas (1901-1981) y que sería recompensado por su excelente labor con dos Oscar al mejor actor de reparto (en 1964 y en 1980). Lástima que ella sólo ganara uno honorífico en 1991 cuando era una de las actrices más versátiles de la época, extraordinaria en la comedia e inolvidable en el melodrama (recordemos su participación en la obra maestra de William Wyler THE BEST YEARS OF OUR LIVES (1946, LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA)).



El hecho de trabajar para un estudio como la MGM tenía, obviamente, sus peajes, especialmente el que todos los personajes parezcan dechados de virtud y donde todos visten espléndidamente y los decorados son suntuosos, todo ello cortesía del gran Cedric Gibbons, la persona más influyente de la compañía detrás de Louis B. Mayer.

Pese a ello o más bien gracias a ello, esta divertida (y por momentos tronchante) comedia trata de un tema que hoy en día está de máxima actualidad como es el empoderamiento de la mujer.



Myrna Loy, con su habitual desparpajo, encarna a la editora de una revista a la que no le ha quedado más remedio que inventarse un marido (que siempre está en viaje de negocios…) para así poder prosperar y optar a un puesto que por su condición de mujer soltera le estaría vetado.

En dicha tarea le ayudará el siempre enternecedor Felix Bressart, uno de esos actores de reparto que eran la médula espinal del cine hollywodiense.



El problema, lógicamente, vendrá cuando Margot (o sea, Myrna) conozca a Jeff (un Melvyn Douglas que siempre está perfecto y que tenía un don especial para la comedia).

Una historia de amor como mandan los cánones pero con los suficientes elementos como para alegrarnos el día (y sin necesidad de un Magnum… y no me refiero al helado).



Y un par de curiosidades que me han llamado la atención, especialmente la segunda.

La primera, el que durante una escena en la que la protagonista mientras descansa cómodamente en una butaca empezando a pensar en ese energúmeno al que acaba de conocer oye por la radio el “Over the Rainbow” de THE WIZARD OF OZ (1939, EL MAGO DE OZ).

Y la segunda y mucho más significativa dada la época (y dado que estamos hablando de la MGM, la compañía más conservadora de todas), el personaje encarnado por el afroamericano Ernest Whitman alcanza un notable protagonismo en el tramo final de la película, algo ciertamente insólito en el cine clásico norteamericano.

Así que sólo por la dignidad que se le otorga a Sam, el camarero de color pero con estudios en derecho y por la maravillosa química que se produce entre Loy y Douglas, así como el impecable look que caracterizaba a todas las producciones MGM ya merece la pena el desplazamiento.



Que no sólo de obras maestras se vive, pardiez.

Feliz tarde.

¡Qué interesante reseña de"Third finger, left hand" amigo Alcaudón... y además esta película no la he visto nunca, ni siquiera la conozco de nada...!...

Decirte que a mi me encantan tanto Myrna Loy como Melvyn Douglas, ambos siempre están perfectos en sus papeles de comedia o de drama. Es una lástima que warner españa no edite fondo de catálogo porque
tienen un tesoro con las películas de la MGM de los años 30, 40 y 50... en fin...

Sobre "Las tres caras del miedo" a mi también me parece de lo mejor de Mario Bava, es otra de esas películas que vi de pequeño y me dejó marcado... esa gota de agua... esa vieja monstruosa...

Amigo cinefilototal, debemos unir fuerzas para, como en el caso de la revisión exhaustiva de la filmografía de Sir Alfred que estamos llevando unos locos en "el otro rincón", hacer revisiones de películas no en función de directores sino de actores/actrices, guionistas, directores de fotografía, músicos o estudios. De hecho, yo ya tengo una pequeña locura entre manos a la que tengo que dar forma todavía (y ahora un poco complicado por temas coyunturales) pero con la que tengo una espina clavada.

Eso sí, sin olvidar mis revisiones (parciales, lógicamente) de gente como Capra, DeMille o Von Sternberg y otros muchos frentes que tengo abiertos.

Y es que después de Mario Bava apetece un Terence Fisher, que también murió hace 40 años.

¿Te apuntas?

Yo hace tiempo que acaricio el proyecto de dedicar una amplia retrospectiva a Humphrey Bogart, pero sin los condicionantes ni exigencias temporales de las otras revisiones que estamos haciendo, para las cuales ya tenemos un programa a dos años vista

Sobre las de Bava o Fisher si alguien las impulsa intentaré ir a rueda, pero sin compromisos.

Iniciado por Alcaudón

Amigo cinefilototal, debemos unir fuerzas para, como en el caso de la revisión exhaustiva de la filmografía de Sir Alfred que estamos llevando unos locos en "el otro rincón", hacer revisiones de películas no en función de directores sino de actores/actrices, guionistas, directores de fotografía, músicos o estudios. De hecho, yo ya tengo una pequeña locura entre manos a la que tengo que dar forma todavía (y ahora un poco complicado por temas coyunturales) pero con la que tengo una espina clavada.

Eso sí, sin olvidar mis revisiones (parciales, lógicamente) de gente como Capra, DeMille o Von Sternberg y otros muchos frentes que tengo abiertos.

Y es que después de Mario Bava apetece un Terence Fisher, que también murió hace 40 años.

¿Te apuntas?

Of course... me encanta de siempre Terence Fisher...

Aunque eso sí, no tengo toda su filmografía en dvd/Bluray ni de coña... pero de tv recuerdo haber visto alguna de sus primeras cintas... "Stolen face" por ejemplo... pero vamos, que por internet también se encuentran cosillas...

Iniciado por mad dog earle

Yo hace tiempo que acaricio el proyecto de dedicar una amplia retrospectiva a Humphrey Bogart, pero sin los condicionantes ni exigencias temporales de las otras revisiones que estamos haciendo, para las cuales ya tenemos un programa a dos años vista

El otro día me vi "La senda tenebrosa" en bluray, una maravilla que tenía completamente olvidada, Bogart no suele decepcionar... creo que me he visto casi todas sus películas en las que era protagonista...

Nymphomaniac Vol 1 y 2 (Lars Von Trier, 2013-2014). Creo que las versiones cines, no las Director's Cut.

No sé muy bien que decir. No soy muy allá con el cine de Trier pero creo que esto no es para mí. Aprecio el toque euro-personal-mala leche que tiene todo, inclusive las localizaciones que no identifico (sean donde sean parece más nórdico que otra cosa), con ese callejón casi Poe y ese piso de Seligman. Me ha gustado también lo suyo Charlotte Gainsbourg, también provista y dirigida de esa euro forma que adoro de algunas perlas de los 90 (podría aparecer en una Kieslowski), de casting tan rematadamente realista (la actriz hace su trabajo, interpreta, pero es una dramatización muy personalizada por lo que he visto en entrevistas y redes, y no me refiero al asunto de su enfermedad, claro, sino a sus emociones, gestos y a esa mirada vacía).

Por lo demás, insisto, creo que no es para mí. No percibo doble lectura o metáfora o algo más allá en la historia de Joe, demasiado literal, con una falta de sutileza que, mezclado con las declaraciones de Gainsboourg contando que Trier fue demasiado lejos y el film es una muestra de sus fetiches (es tan evidente eso...), pues, lo que veo al final es a un autor metiendo todo lo que puede. No entro en temas sexuales, o de excitación, o morbo porque como digo es todo demasiado literal, y por supuesto hay fases del film que, acercándose como se acerca al puro porno, surgen efecto, pero es un recurso fácil. La única empatía, y no por haberme visto en esa situación sino porque ahí Trier sí logra que veamos algo, es cuando Joe decide seguir largándose de noche a que

Spoiler:

la azoten

, aunque sea Navidad y con el ultimatum de Jerome, y por su puesto su rostro, abatido pero en la cúspide de su adicción en las fases finales con K.

Un lugar en la cumbre (Room at the Top, 1959), de Jack Clayton



Clayton es un director con una filmografía muy reducida: 7 largometrajes en 28 años, que además cuenta entre sus películas con una obra maestra indiscutible e inmarcesible: The Innocents (el título español, Suspense, que me parece simplemente ridículo), que en cierta manera eclipsa el resto. Entre ese resto hay otra pieza mayor, su debut en el largometraje, Un lugar en la cumbre (parece ser que inicialmente iba a dirigirla Peter Glenville). Se trata de un drama social que se emparenta temáticamente con cierto cine inglés de la época, el llamado free cinema, de directores como Tony Richardson, Lindsay Anderson o Karel Reisz.

La película nos cuenta las andanzas en la ciudad ficticia de Warnley (Halifax en la realidad) de un arribista, Joe (un magnífico Laurence Harvey, actor por el que no tengo demasiado aprecio, pero que aquí está muy bien, aunque leo que se le criticó su acento por poco creíble y preocupaba que el hecho de ser judío pudiera ser un freno para su aceptación por las plateas como encarnación de un trabajador inglés). En su nueva ciudad, donde trabaja en unas oficinas municipales, conoce a la joven Susan (Heather Sears), una chica bien de la buena sociedad, por la que se siente atraído (en especial, por lo que puede suponer de acceso a un estatus social superior: conseguir “room at the Top” como dice el título, un “Top” que hace referencia a la zona alta, socialmente hablando, de la ciudad). Pero se cruza también en su camino Alice, una mujer casada, francesa (excelente Simone Signoret: ganó un Oscar por su interpretación), que vive atada a un matrimonio desgraciado. Joe mantendrá una intensa relación amorosa con Alice, pero no dejará de rondar a Susan, a pesar de la oposición de la familia de la muchacha. Como suele pasar en estos casos, la chica queda embarazada (hay algunas escenas que, al parecer, resultaban escandalosas para la época… aunque ahora no escandalizarían ni a un párvulo) y el buen nombre familiar ha de quedar a salvo. Aunque dolorosa, la decisión de Joe es la esperada: adiós a Alice y matrimonio con Susan. Pero para Alice no va a ser fácil seguir viviendo después del desengaño. Amarga, triste.

La película, excelentemente fotografiada en blanco y negro por Freddie Francis, se ambienta en 1947, con lo que toman sentido algunos comentarios de Joe sobre su paso por el ejército, del que guarda un mal recuerdo, muy reciente aún la guerra. La diferencia de clases se evidencia constantemente en su relación con Alice y su familia, aunque quizá se acentúa en demasía, porque es lo suficientemente trasparente como para no necesitar de ciertos subrayados. Excelente película.

Bearn o la sala de las muñecas (1983), de Jaime Chávarri



Pulcra adaptación de la novela de Llorenç Vilallonga, ambientada en el siglo XIX en Mallorca. Nos narra la decadencia de una familia de la nobleza mallorquina, venida a menos, encabezada por el señor de Bearn, don Antonio o Tonet para su mujer (excelente Fernando Rey), librepensador, masón e inventor aficionado. En su casa vive un joven capellán, Juan (Imanol Arias), del que sospechamos su condición de hijo bastardo del señor, dedicado a medrar en la mansión, curioseando en los papeles don Tonet y experimentando una atracción nada espiritual por Xima (Ángela Molina, convenientemente doblada), sobrina y amante en el pasado del señor de Bearn. El cuarto personaje es María Antonia (Amparo Soler Leal), la beata esposa, separada desde hace tiempo de su marido, pero que vuelve a la casa, quizá presintiendo el final. Hay algunos emotivos momentos en la relación de los viejos esposos y Ángela Molina desprende una gran sensualidad (aunque un poco pasada de vueltas en alguna escena, especialmente al final). El tono es decadente, melancólico, un tanto viscontiniano, gatopardesco, todo ello bien sintetizado en la frase que el señor de Bearn repite varias veces: “no hay más paraísos que los perdidos”. Recomendables película y novela.

Lobos de Arga (2011), de Juan Martínez Moreno



Un mero divertimento, en la estela de películas como Bienvenidos a Zombieland, de Ruben Fleischer. Un escritor de medio pelo (Gorka Otxoa) llega a un pueblecito gallego, Arga, donde pasó su infancia. Es un descendiente de la Marquesa de Mariño, sobre la cual, y por extensión sobre la familia y los habitantes del pueblo, pesa una “maldición gitana”. Es fácilmente imaginable que la maldición tiene que ver con los hombres lobos, lo cual da pie a una serie de más o menos divertidas peripecias en las que participan un amigo de la infancia (Carlos Areces, que imposta un acento gallego más falso que un duro sevillano) y su agente literario, un caradura (Secun de la Rosa). Como no puede ser de otra manera, la película nos reserva un giro final. Se deja ver, puede resultar simpática, pero no pasa de discreta.

Lo que hacemos en las sombras (What We Do in the Shadows, 2014), de Jemaine Clement y Taika Waititi



Y siguiendo con la mezcla de humor y terror, la película de Clement y Waititi es un mockumentary en que asistimos al rodaje de un documental sobre unos vampiros que comparten casa en Wellington, Nueva Zelanda (aunque el equipo de rodaje siempre queda fuera de campo). Como si de una sitcom televisiva de jóvenes solteros compañeros de piso se tratara asistiremos a fiestas, enfrentamientos con hombres lobos y otros previsibles gags, que tienen cierta gracia al principio, pero que a mi modo de ver no dan para todo el metraje. Uno de los protagonistas, y codirector, es Taika Waititi, del que últimamente se ha hablado mucho en relación con su último film, Jojo Rabbit (que no he visto). Ligera de ver y fácilmente olvidable.

Confirmo que la película de Clayton es excelente como ya tuve tiempo de comentar en este mismo rincón no hace mucho. Y una magnífica edición en BD de, por supuesto, A Contracorriente.

Aunque sé que no comulgas con el cine de superhéroes lo cierto es que el THOR de Waititi es enormemente divertido.

Yo también confirmo que Un lugar en la cumbre es una maravilla de película. Excelentes interpretaciones con una historia que te atrapa de principio a fin. De hecho ganó también el Oscar a mejor guión adaptado. Ya la tenía en DVD y más tarde pillé el Bd .

Iniciado por mad dog earle

Lo que hacemos en las sombras (What We Do in the Shadows, 2014), de Jemaine Clement y Taika WaititiLigera de ver y fácilmente olvidable.

Uy, pues yo sólo la he visto una vez, hará unos 3 años, y aún recuerdo un montón de sus puntazos, me pareció divertidísima, igual que la siguiente de Waititi, Hunt For The Wilderpeople.

Iniciado por Alcaudón

Aunque sé que no comulgas con el cine de superhéroes lo cierto es que el THOR de Waititi es enormemente divertido.

Para mí los superhéroes (o supervillanos ) sois los que seguís la infinita secuencia de secuelas, precuelas, reboots, spin offs y todo el resto del rosario de películas, series y demás martingalas de DC, Marvel o sucedáneos. Lo intenté alguna vez y lo dejé correr antes de morir en el intento.

Iniciado por mad dog earle

Para mí los superhéroes (o supervillanos ) sois los que seguís la infinita secuencia de secuelas, precuelas, reboots, spin offs y todo el resto del rosario de películas, series y demás martingalas de DC, Marvel o sucedáneos. Lo intenté alguna vez y lo dejé correr antes de morir en el intento.

Volviendo a Waititi, contesto a este mensaje porque el otro es muy largo y me da pereza borrar, yo he de decir que me gusta su humor, y me encanta el film lo que hacemos en las sombras, un film de vampiros donde hay una hoja de tareas domésticas para hacer, sólo con esto me compró, una extraña combinación entre humor surrealista cotidiano y absurdo, y me suena que lo dije ya, pero es lo que más se acerca a mi serie preferida de todos los tiempos the young ones. Y he de reconocer que la tercera parte de Thor la vi por el director, ya que las otras dos partes no me gustaron, tampoco soy fan de marvel.....eso si tampoco me gustó mucho, si que hay toques de su humor pero se quedan en detalles; no se si fue idea suya lo de Thor gordo y cascarrabias en Endgame, pero no me extrañaría.

Volviendo a Waititi, destacar una de sus primeras obras Boy, una fábula de un niño fan de Michael Jackson, es una pequeña delicia. Otro film interesante es Eagle vs Shark y también destacar la serie de la HBO Flight of the Conchords, tiene momentos delirantes y no me refiero a los momentos musicales, aunque he de reconocer que algunos son graciosos. También he decir que Hunt for the Wilderpeople, a la caza de los ñumanos es la que menos buena para mi, sin contar la de Thor, supongo que tenía el listón muy alto. También creo que dirigió algún capítulo de la fantástica The Mandalorian, pero no recuerdo tal. Y con ganas de ver la de Jojo Rabbit aunque no se muy bien de que va y no quiero saberlo tampoco, sólo he visto que tiene buenas notas en FA y IMDB.

Iniciado por Alex Fletcher

Volviendo a Waititi, contesto a este mensaje porque el otro es muy largo y me da pereza borrar, yo he de decir que me gusta su humor, y me encanta el film lo que hacemos en las sombras, un film de vampiros donde hay una hoja de tareas domésticas para hacer, sólo con esto me compró, una extraña combinación entre humor surrealista cotidiano y absurdo, y me suena que lo dije ya, pero es lo que más se acerca a mi serie preferida de todos los tiempos the young ones.

Y como capítulo o piloto de una sitcom televisiva estaría bien, pero como largometraje me pareció que merecía un visionado, aunque excesivo en su metraje. Y sinceramente me temo que la olvidaré en poco tiempo, que tengo una memoria cada vez más selectiva y no preveo formatearla.

Además, The Young Ones es de... 1982. Y ya en la serie salía un episodio en que el inefable Balowski era un vampiro. Yo no he visto nada especialmente original en la película de Waititi, al margen de que tenga momentos simpáticos (ese Nosferatu en el sótano), más que divertidos.

Hay una serie de lo que hacemos en las sombras, es simpática y agradable de ver, pero me esperaba un pelín más

Iniciado por Alex Fletcher

Hay una serie de lo que hacemos en las sombras, es simpática y agradable de ver, pero me esperaba un pelín más

O sea que en cierto modo sí fue un piloto de una serie de televisión, ¿no? Eso le da cierto sentido a la cosa. De todas formas, guste más o menos, divierta o solo parezca simpática, a mí la supuesta originalidad del film o de su sentido del humor no la veo por ninguna parte. Ojo, y eso no tiene por qué ser un defecto, la originalidad suele estar sobrevalorada, pero en todo caso tampoco me parece un film para lanzar las campanas al vuelo. En su género, creo que es muy superior Bienvenidos a Zombieland, por ejemplo.

Iniciado por mad dog earle

O sea que en cierto modo sí fue un piloto de una serie de televisión, ¿no? Eso le da cierto sentido a la cosa. De todas formas, guste más o menos, divierta o solo parezca simpática, a mí la supuesta originalidad del film o de su sentido del humor no la veo por ninguna parte. Ojo, y eso no tiene por qué ser un defecto, la originalidad suele estar sobrevalorada, pero en todo caso tampoco me parece un film para lanzar las campanas al vuelo. En su género, creo que es muy superior Bienvenidos a Zombieland, por ejemplo.

Creo que yo no dije nada sobre si es original o no, simplemente la introducción me compró con el planning de tareas vampíricas. Ahora es muy difícil ser auténtico y original, está todo visto.

Sobre si es piloto o no, tengo mis dudas, yo creo que es más como la moda de ahora, o sea sobre un film exitoso desarrollan posteriormente una serie, aunque no lo se, quizá alguien puede aportar algo más, el compañero Tripley domina como nadie el cine indie, si se pasara por aquí....

Ahh me olvidé, sobre Zombieland decir que me gustó como cine de género pero la encontré en momentos pasada de graciosa. La segunda parte está pasadísima de rosca, reiterativa, sí, divertida, pero las películas que quieren ser graciosas, que fuerzan la máquina, me suelen molestar bastante, y la segunda parte lo es.

Iniciado por Alex Fletcher

Ahh me olvidé, sobre Zombieland decir que me gustó como cine de género pero la encontré en momentos pasada de graciosa. La segunda parte está pasadísima de rosca, reiterativa, sí, divertida, pero las películas que quieren ser graciosas, que fuerzan la máquina, me suelen molestar bastante, y la segunda parte lo es.

No lo discutiré, pero la de Waititi creo que, en ese sentido, fuerza mucho más la máquina, toda ella es un querer ser graciosa, cuando la gracia, al menos para mí, se ha agotado a los pocos minutos.

Por otro lado, no quise decir que la película fuera un piloto, sino que acaba siendo una especie de piloto, puesto que a partir de ella se genera una serie de televisión. Si se quiere, la serie viene a ser un spin off de la película. Ah, y lo de original no lo decía por ti, querido Alex. Para original, estaremos de acuerdo que tenemos The Young Ones. Por cierto, estos días estoy revisando la serie Blackadder (excelente), donde como "invitados" aparecen en algún episodio un par de los protagonistas de The Young Ones: Rik Mayall y Nigel Planer.

Iniciado por mad dog earle

No lo discutiré, pero la de Waititi creo que, en ese sentido, fuerza mucho más la máquina, toda ella es un querer ser graciosa, cuando la gracia, al menos para mí, se ha agotado a los pocos minutos.

Por otro lado, no quise decir que la película fuera un piloto, sino que acaba siendo una especie de piloto, puesto que a partir de ella se genera una serie de televisión. Si se quiere, la serie viene a ser un spin off de la película. Ah, y lo de original no lo decía por ti, querido Alex. Para original, estaremos de acuerdo que tenemos The Young Ones. Por cierto, estos días estoy revisando la serie Blackadder (excelente), donde como "invitados" aparecen en algún episodio un par de los protagonistas de The Young Ones: Rik Mayall y Nigel Planer.

Tú eres como Waititi, me compras con esta referencia a Black Adder, que grande es, y que bien ha envejecido. Y ahora que no nos lee nadie, a mi Miranda Richardson como reina tonta me ponía a cien.

También en The Young Ones salieron en un capítulo Emma Thompson y Hugh Laurie como Senyoreta Lliure Esterlina y Lord Monty respectivamente, en el capítulo titulado Bambi. Ahhh también salía Stephen Fry.

Laurie y Fry salen en más de una temporada de Blackadder.





Da la impresión que se le pasaron de muerte en esta serie. Y aquí es donde ves que Rowan Atkinson es un gran actor, que es mucho más que el celebérrimo Mr. Bean.