Yo creo que "En las montañas de la locura" es muy cinematográfico (ambientación espectacular en la Antártida; una ciudad colosal en ruinas; el descubrimiento de una civilización olvidada; la tensión que se genera en el periplo a través de los túneles, corredores, pozos, etc. de la ciudad dormida; la presencia acechante de unos seres monstruosos; toda la investigación sobre el destino fatal de la primera expedición, etc.). El problema de los relatos de Lovecraft es que suelen estar protagonizados por una sola persona que lleva a cabo algún tipo de investigación, más bien solitaria y oculta, lo cual supongo que provoca poco entusiasmo en un tipo de cine como el actual, tan dado a la pirotecnia y al principio de "caballo grande, ande o no ande". Quizá se podría introducir algún personaje más, para que no se centrara toda la trama en un solo actor (¡pero, por favor, no un personaje del otro sexo, para justificar algún tipo de romance!). Me viene ahora a la memoria un film modesto pero muy bien resuelto: El abominable hombre de las nieves, de Val Guest, al cual también podríamos encontrarle algún vínculo lovecraftiano (seres poderosos y ocultos que habitan un mundo desolado, en este caso el Himalaya). De hecho la figura del yeti siempre acaba apareciendo cuando se habla de estos temas de civilizaciones perdidas o de presencia extraterrestre en la Tierra.
Creo que en otro post ya apunté otros títulos, como por ejemplo el de "La sombra sobre Innsmouth". Espero poder ver uno de estos días La isla de los hombres peces, de Sergio Martino, que al parecer invoca abiertamente este relato de HPL. Hay otras narraciones, más intimistas, pero muy adaptables al cine, como por ejemplo: "El huesped de la negrura" (hay varios títulos en castellano para "The Haunter of the Dark"), "El que susurra en la oscuridad", "El color que cayó del cielo". Incluso "La llamada de Cthulhu" se podría hacer con pocos medios y jugando más a lo sugerido que a lo visto. Otros relatos, como "El horror de Dunwich", quizá necesitaran más medios (es de los relatos con más personajes). Luego encontramos sus cuentos más poeanos, los de su primera época, que quizá darían más bien para una película de episodios o una miniserie televisiva. Hay muchísimo material aprovechable sin necesidad de serle infiel.