Celebro que te hayas subido en este hilo
... así lo reflotaremos...
Yo recuerdo cuando me leí por primera vez el libro, con 16-17 años. No había visto previamiente ninguna película de Frankenstein, excepto El jovencito Frankenstein y alguna parodia más por el estilo. Me sorprendí mucho, y para bien, al encontrarme con un Montruo muy diferente del que te suelen retratar: culto, inteligente, sensible...Yo nunca lo veía como un monstruo cuando me estaba leyendo el libro: es más, no me lo podía imaginar feo por más que quería. Me pasó lo mismo años después leyendo Jane Eyre, que tampoco podía imaginarme una Jane fea. Para mí era una figura romántica fascinante, alguien que se emociona con el Werther de Goethe y que se expresa con elegancia. Una especie de príncipe encantado, un artista
...Para mí, el verdadero monstruo del libro fue siempre Victor Frankenstein, un personaje que me pareció siempre de lo más antipático. Aunque es cierto que no es la típica novela de sustos, en plan Drácula o El Fantasma de la Ópera, sino que es algo reflexivo, filosófico, introvertido. Nunca he entendido bien que Frankenstein se considere una novela de terror, porque miedo da poquito, y en cambio, da mucha pena, pero supongo que el público del siglo XIX sí se asustaba con Frankenstein, de ahí su inclusión en el género. Yo creo que en cierto modo esta novela es un gusto adquirido, porque la sensibilidad de aquella época era muy distinta a la de hoy: o vas con una disposición de ánimo especial, o es posible que al final te quedes pensando, como te pasó a tí y a mí también me pasó un poquito "¿Y ya? ¿Esto es todo?"...Para mí, lo realmente bonito de esta novela es su capacidad de sugerencia. Fíjate que como dices la Novia no llega a salir, y sin embargo, a mí siempre me ha parecido una figura poderosísisma. Algo así como la Dulcinea de las novelas de terror.
A mí me gustaron mucho las dos primeras películas de la Universal (las demás, ya no tanto), pero siempre me ha costado verlas como verdaderas adaptaciones de Frankenstein. Para empezar, el Monstruo que te ponen allí no se parece en casi nada al del libro, aunque sí recoge algo de su espíritu "pre-encuentro con la familia de los campesinos" (creo que se tira como un año con ellos, y sí, asombra que en ese espacio de tiempo se vuelva tan culto
). Luego, cambian los nombres de los personajes de una manera un tanto caprichosa: Frankenstein pasa a llamarse Henry...¡en tanto que su amigo, que en el libro se llamaba Henry, en la película se llama Víctor..! Dices que te fastidia que Henry al final viva y se case con Elizabeth: bueno, en un principio, la película acababa con el Monstruo y su creador muriendo en el molino incendiado, pero según parece añadieron después la escena de Henry recobrándose en la cama y su padre bebiendo. Y en cuanto a la segunda película, se dice en ocasiones que también iba a acabar con Henry muriendo en la explosión final con los monstruos y Pretorius, y de hecho se le ve entre ellos en un plano general poco antes de que el Monstruo detone la palanca ésa y lo mande todo a tomar por saco. Pero lo mismo: en el último momento decidieron que se salvase y volviese con Elizabeth. Eran los años 30, y no importaban todas las maldades que hubiera hecho el prota, tenía que tener un final feliz con la chica.
La primera película de la Hammer también me gusta bastante, pero estamos en las mismas: parecido al libro original, poquito, aunque ahí sí muestran a un Doctor Frankenstein cruel, soberbio, obstinado y carismático, justo como yo imagino debería ser.
La película de Kenneth Brannagh empieza más o menos bien, pero se nota demasiado que aquello se hizo a rebufo del Drácula de Coppola. Y lo que pega en Drácula, no tiene por qué irle bien a Frankenstein. Lo peor es que hacia la mitad de la película aquello empieza a desbarrar, y el final es un despatarre completo. Una película que empieza de manera seria y académica, y acaba pareciendo una mala película de monstruos surtidos de serie B. Las interpretaciones de De Niro y Brannagh no me gustaron nada: el primero parece un sin techo con alguna especie de dificultad congnitiva, y el otro es demasiado mayor para hacernos creer que es un estudiante. De las famosas escenas de desnudos mejor no decimos nada.
La versión de Frankenstein que yo siempre recomiendo es
la de Kevin Connor con Luke Goss como el Monstruo. La más fiel con diferencia al original y una de las más serias, aunque a mí tampoco me llega a funcionar al cien por cien. Bueno, al menos sí trae más o menos todas las cosas que yo siempre he querido ver en una adaptación de Frankenstein y casi nunca he visto:
Frankenstein: La historia real, parte de una premisa interesante, y arranca bien, pero el resultado final vuelve a parecer otra película mala de monstruos de serie b. James Mason está de pena.
Había por ahí
otra con Robert Powell que no estaba del todo mal. Y una a la que siempre ponen a caer de un burro pero que a mí no me desagradó fue
La prometida, con Sting.