Mi primer contacto con Lovecraft fue a finales de los 70 en una traducción de "El color que cayó del cielo" (que es como titularon este relato) en una editorial argentina. Luego fueron cayendo los libros de Alianza en su colección El libro de bolsillo, entre ellos ese "Los mitos de Cthulhu" que citas. También unas recopilaciones de Bruguera con narraciones de diversos autores en la línea de los mitos lovecraftianos. Algo después leí la biografía de Sprague de Camp y ya por último los dos volúmenes de Valdemar (y también su interesante ensayo sobre "El horror sobrenatural en la literatura"). Me falta ese "Más allá de los eones", el libro que recoge sus "colaboraciones". Lovecraft me llevó a interesarme por Lord Dunsany, August Derleth o William Hope Hodgson, y más adelante por Blackwood, Arthur Machen, Robert Chambers, Ambrose Bierce, M.R.James o últimamente H.Rider Haggard (que resuena en ese relato titulado "La ciudad sin nombre" que hemos comentado). Aunque mi interés por el género no ha sido constante, siempre que me acerco a él me suele dar grandes satisfacciones.