Curiosa mi doble sesión de ayer, buena una y media sesión de ayer, empiezo con The Young one y acabo con un capítulo de the Young ones, concretamente Nasty, en un homenaje a los monstruos de la universal, sobretodo en su cabecera. Evidentemente me quedo con The YOung ones.
Buñuel tenía un caramelito para dar un golpe sobre la mesa, una relación indigna entre una niña y un hdp, tenía un abanico de irreverencias, que para mi es marca de la casa, que quizá si las usa, pero algunas veces de manera sutil (me gusta más el Buñuel sin tapujos) otras, a veces más directo (pero sin llegar al escándalo), pero el (p..) tema del racismo enmascara todo el aire perverso que desprendía y que se podría intuir del film, y ese mi vinagre, que ya lo dice Mad, las idas y venidas del guión, de la situación y de la narración, las encuentro molestas y desvirtúan al resultado final de este, dos temas tan potentes que no mezclan bien en el film, o no sabe hacerlo, al principio se centra en una cosa, y luego entra fuerte el tema racismo y entierra por completo el aspecto vicioso y perverso de la situación, para que vuelve a salir al escenario y vuelva a ser sepultada por la misma canción. Hablando de canción, la intro y la outro, aunque Mad lo destaque a mi me descoloca, esa típica canción del western USA, que usado en un film de Buñuel no me llego a situar, y sin gustarme ni disgustarme, simplemente pienso que no encaja, dándole subrayado a la impersonalidad que le achaco a su cine menos top, y van muchas; quizá dicha canción, por cuestión curricular, fue impuesta por Zachary Scott
Evidentemente la parte que me gusta, es la centrada en esa insana relación, y siendo un film pre LOLITA lo destaco aún más, aunque si que es post BABY DOLL, un film de ELia Kazan muy destacable (no como los de James Dean) y que toca los mismos palos de perversión en una América profunda plus Carroll Baker, que sólo con nombrarla, "el corazón me palpita como una patata frita". Esos momentos sensuales pero de alta tensión sexual e indecente, porque en el cine de Buñuel, la indecencia es un punto top, ya sea de manera sutil como cuando se entrevé la violación, o cuando simplemente se levante en la noche para preguntarle si le contó algo al cura, acabando con un beso no se sabe muy bien donde y con un fundido en negro.
En resumen, es una obra que me sabe a muy poco, con un potencial descomunal, una fotografía excelente con esa ambientación de la América profunda que tanto gozo y asqueo a la vez, pero el -maldito- tema del racismo está enfocado de manera que no es de mi agrado, un OK Corral aburrido, una verbalización del tema, que a manos de Tarantino quizá pegaría, pero aquí resulta molesto. Vista en filmin, aunque sospecho que viene de la edición de Manga, el cual es deficiente a nivel visual.
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