He tenido perros toda mi vida, los adoro y se lo que es cogerles cariño. Pero de ahí a dar el pésame como si fueran personas, tela. En fin, perdemos el norte con esto de los animales de compañía. No digo ya cuando algunos se piensan que son como hijos (generalmente los que no los han tenido y no tienen ni idea lo que es querer a un hijo).
No deja de ser un chucho y la pena dura cuatro días. La muerte de un padre, hermano, hijo... dejan siempre un poso perpetuo.