Esto es como decían BruceTimm y Tripley, la película es casi lo de menos (que no, pero ya me entendeis). Un referente absoluto en su campo, un gigante, una leyenda viva al final de su vida, haciendo lo que le sale de los cojones al margen del sistema con medios casi ilimitados de facto, materializando el proyecto que le ha tenido obsesionado desde los años 70 (hay entrevistas con Lawrence Fishburne donde dice que en el rodaje de Apocalypse Now Francis ya hablaba de Megalópolis, así, con ese nombre), y a quién le importa un carajo como vaya la película en términos de recaudación en taquilla y demás historias.
En pleno 2024, la era de los algoritmos, los comités y demás, esto no es ya que sea algo digno de celebrar, es que es un milagro, algo histórico. Un evento (de los de verdad, no como Endgame).
Somos muy afortunados de estar viviendo algo así.