Eliza estuvo muy bien en True Lies porque Cameron supo ver en ella otra oportunidad de demostrar que su idea de los personajes femeninos está en las antípodas de Michael Bay, por poner un ejemplo fácil. Hasta en ese papel de adolescente, que bien podría haber sido para una frágil y tierna hija de Harry, Cameron contrató a Eliza que ya de entrada parecía una Sarah Connor en miniatura. Es rebelde, atrevida, un punto masculina y sin duda se trata de un espejo de los jóvenes pseudo-grunge (porque todo aquello siempre fue muy pseudo, Generación X y demás, pero bueno). Y sin duda mérito también de la gran Eliza pues en todos los papeles que le he visto en TV y cine han potenciado ese lado suyo tan, bueno, tan potente.
Antes que en Dollhouse, Whedon ya la sacó en Buffy, intepretando a Faith, una cazadora como Buffy pero digamos que -y volvemos a lo que decía antes- más chunga, decidida, una especie de lado oscuro de lo que podría haber sido Buffy sin su entorno.
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