Es cierto que no nos encontramos ante la mejor película de Spielberg pero tampoco es de las mas flojas de su filmografía, yo diría que es simplemente pasable, una mas dentro de toda su carrera, ni mas ni menos, pero que no destacara en ningún aspecto excepto en lo que a nivel técnico y visual se refiere.

También es cierto que quizás los adultos puedan aburrirse con ella por que es literalmente una película infantil, sin ningún tipo de profundidad moral ni ningún tipo de transcendencia, esta vez la película va dirigida directamente a los niños sin pre angulo alguno. Ello se nota no solo en su tono si no también en la falta de explicaciones sobre la procedencia de los gigantes, ni tampoco se molesta en dar explicaciones sobre su mundo ni de dónde provienen ni cosas similares. Simplemente se acepta la propuesta tal cual y ya esta.

La película esta dividida como en dos partes, una primera hora que funciona perfectamente como un maravilloso cuento de hadas dónde se nos traslada a ese mundo de los gigantes y podemos disfrutar de esos paisajes y esa magia y una segunda hora que es puro delirio argumental rozando lo surrealista por momentos pero que a la vez convierten la película en una autentica locura argumental provocando algunos momentos de lo mas cómicos (atentos al Gasipum y las carcajadas que va a despertar en la sala entre los espectadores, puro delirio cómico como solo Spielberg podría hacer...).

Pues bien, a pesar de sus puntos débiles la película cumple con su prometido y sobre todo con su público objetivo y en ello es de lo mas sincera posible.

Mi nota final es de un 6.5 sobre 10, sobre todo por que a pesar de todo la magia que solo sabe imprimir Spielberg a su cine esta presente durante toda la película, y los planos, la dirección y absolutamente todo desprende el aroma de Spielberg por los cuatro costados y eso es ya algo que hace ganar puntos a cualquier película.

Lo dicho, no será la mejor de su carrera, tampoco la peor, pero es puro cine Spielberg y volver a ver una película infantil dirigida por este genio ya bien merece el pagar una entrada.