Es increíble lo que podemos llegar a querer, en el sentido amplio de la palabra.
Hace unos minutos he encontrado a mi hamstercilla muerta. Tenía los ojos abiertos y aún estaba caliente, se los he cerrado y la he deseado lo mejor allí dónde se encuentre. Han sido tres años con ella en casa y nadie puede imaginarse lo que puede uno llegar a amar a una cosa tan pequeña.
Este hecho me hace reflexionar del enorme corazón y la bondad del ser humano; y por supuesto del cariño desinteresado que nos dan nuestros animales. No sé porqué me ha venido a la mente todas las cosas que he querido en mi vida, parientes fallecidos, otras mascotas y la reflexión de
El Árbol de la Vida de Malick, de
amar porque sino es como si no hubieses vivido. Y lo tengo que dejar porque estoy llorando cómo un imbécil... Aragornn lo siento mucho lo de tu canaria, en este momento lo siento cómo si fuese mía.
Un saludo amigos. A todos os quiero.