No no es lógico en tanto en cuanto el enfado por su ideología te impide disfrutar o valorar objetivamente la cinta.
La ideología de los que llevan a cabo una película no tiene absolutamente nada que ver con la calidad de la misma. Si el director, guionista o productor se posicionan moral, ideológica y éticamente hablando, eso no afectará a cómo está rodada, montada, escrita -la calidad del texto per se- o planificada. Si el espectador considera que la película es moral o ideológicamente cuestionable, es problema única y exclusivamente suyo. No solo es cosa de nuestra filmografía.
El nacimiento de una nación de D.W Griffith es deleznable en cuanto al mensaje, y cinematográficamente es una maldita maravilla.
Leni Riefenstahl era DIOS planificando y editando mucho antes de Welles, Kubrick o Spielberg pero ideológicamente su obra era obviamente pro nazis y eso ha llevado a que se cuestione su valía artística ¿por qué?.
De similar forma, Alexander Nevsky era un panfleto pro estalinista que cómo película es un jodido misil nuclear. Hay que saber separar.
Ahí tienes, he puesto ejemplos de ambos bandos. En nuestra filmografía hay ejemplos de películas políticas tanto de izquierdas como de derechas, al margen del error que supone caer en la generalización (a menudo despectiva), de que gran parte del colectivo artístico e intelectual de nuestro país pertenece a un único bando, y que por tanto las obras resultantes están condicionadas de antemano.
En fin.