Misión imposible: Nación secreta (2015)......................... 9
Uno sale de la sala del cine con ganas de ser Tom Cruise durante, al menos algo más de dos horas. Ethan Hunt es uno de estos personajes muy suculentos para la gran pantalla y Cruise le ha sabido sacar tajada de la situación durante cinco capitulos. Sabemos que este tipo de películas (incluyendo la cinta que nos ocupa) son realmente fantasmadas, de principio a fin, pero muy bien realizadas. Al terminar su visionado solamente faltaba que aplaudiera. Un disfrute genial. Bien es cierto que
hay momentos en que los efectos visuales pegan el cante, pero se lo podemos perdonar. Junto a Cruise, recuperamos a Simon Pegg (el secundario cómico que no podía faltar, me encanta este actor), Jeremy Renner (dejando en pausa a Los Vengadores) y Ving Rhames (el último resquicio y amigo fiel de Ethan de la primera entrega). Nuevos personajes se han mezclado en una nueva trama de espionaje con base mayormente en Londres. Alec Baldwin, una vez se ha visto las caras con Torrente, se las ve y se las desea con Cruise, en un tete a tete genial. Y la chica nueva de la franquicia (que por momentos me ha parecido un clon de Catherine Zeta-Jones en La Trampa con Sean Connery) tiene el rostro de Rebecca Ferguson, con unos llamativos ojos. Puedo decir que envidio al señor Cruise, aparte del buen físico (al menos a nivel público y en las películas), la buena elección de las damas que comparte en pantalla en cada una de las entregas de Misión Imposible. Hagamos recordatorio para los que se les haya olvidado: en la primera tuvo de partenaire a Emmanuelle Béart, en la segunda a Thandie Newton, en la tercera concretamente a dos, Keri Russell y Michelle Monaghan, en la cuarta a Paula Patton y ahora, bueno, a la mencionada Ferguson. Esta saga es como la de James Bond (tal vez salvando las distancias), con villanos, chicas para el protagonista principal y las femme fatale de turno. Todo se ve tan bien, todo sale a pedir de boca, que si te paras a pensar y quieres imitarlo te sale rana o terminarías fatal.
Aquí, en este tipo de films, hay que activar la ventana de la suspensión de la incredulidad, y mucha veces a gran escala, de este modo uno podrá disfrutar de la cinta a pleno rendimiento. Eso he hecho y por eso me ha encantado.
Hay momentos que me han recordado a la segunda entrega, grandes persecuciones que no podían faltar, junto al humor, la acción, la emoción, y esas grandes dosis de adrenalina.
Muy bien trabajados tanto los créditos del principio como los finales. El compositor de la música ya no es Michael Giacchino, sino un tal Joe Kraemer, de todos modos se ha respetado el tema principal. Qué duda cabe.
El guionista de Sospechosos Habituales y también director Christopher McQuarrie, tras ponerse detrás de la cámara con Jack Reacher (también con Tom Cruise), ha conseguido llevar esta saga a buen puerto como lo hizo Brad Bird con la cuarta entrega, al menos en mi opinión.
Puedo comentar que la he disfrutado mucho y se lo agradezco. Un pequeño pero. La cosa parece que hace aguas en un momento del tramo final, pero por poco tiempo, porque por suerte vuelve a remontar. Mi nota final es de 9/10.
P.D.: El tráiler de la nueva de Michael Bay es una pasada.