Es que yo con Dolan me vuelvo loca: a ratos me gusta mucho y a otros le daría una colleja (cariñosamente, claro). Cuando me refiero a que su cine me parece prepotente es que tengo la sensación -aunque quizás me equivoque- de que se cree más de lo que es y, al final, no deja de beber de Truffaut, Lynch o Almodóvar (por citar a 3 que creo que son evidentes) hasta el punto de llegar a saturar. Hay ciertos homenajes (o claras influencias) que visualmente son buenos, quedan bien y no desentonan, pero a nivel argumental no mejoran nada de lo que ya ha hecho gente como la que he citado antes.
De todos modos ya digo: a mí me gusta, pero justamente porque creo que es un chico con talento creo que debería acabar de encontrar su propio estilo. Está muy bien lo que hace pero me gustaría que en algún momento me sonara a Dolan y no a otros. Y ahí es donde creo que está la prepotencia: él se cree más grande de lo que es, o eso es lo que al menos me da a entender su cine (y alguna que otra entrevista en la que, sinceramente, me ha caído bastante mal aunque eso no tenga nada que ver con sus películas).
Hay una crítica de Paco de Campos incluída en el pack que editó Avalon que me gusta mucho. En un fragmento dice:
"En un oficio tan dado a la referencia como el cine, y en el que la obligación del trabajo en equipo facilita el ahogo de la voz propia, el cineasta juvenil es un fruto raro. Entendamos juvenil como libre, arrogante, descreído y petulante. Por eso da pena la posibilidad de que alguien como Xavier Dolan madure, que recule, se piense las cosas y se haga, en definitiva, más triste y predecible.
(...)
Para nuestra suerte, Dolan sigue siendo un chaval, y no se priva de darnos lecciones y eharnos la bronca (sus personajes se dañan con laceraciones y descubrimientos "bergmanianos"), pero tampoco de ser romántico como sólo se es con 20 años: idiotamente romántico."
A pesar de la caña que le doy a veces a Dolan, coincido mucho con esta opinión.