Algún pequeño dato más que ilustre la figura de esta "jovencita prodigio":

- Apareció en 1936 en un corto de la Metro, titulado Every sunday, un musical. En él coincidía con otra jovencita con futuro, Judy Garland. Al parecer, fue una medida del estudio para ver con cuál de las dos quedarse y forjar una carrera. Fue tan difícil elegir entre una u otra, que el mandamás, Louis B. Mayer dijo: "las dos". Pasaba que la opción de contratar a Durbin expiró, y esta firmó un contrato con Universal, haciéndose un hueco propio de estrella durante años en este estudio y (se dice) salvando al mismo de la quiebra.

- Joe Pasternak fue el productor de varios de esos films en la Universal, y a él se atribuye el casting de Durbin para su primer film en el estudio. En una ocasión dijo (en referencia a sus méritos en la carrera de Durbin): "Fue ella sola, nadie puede atribuirse méritos al respecto. Por mucho que lo intentases, no podías ocultar esa clase de luz que desprendía en pantalla".

- Tanta buena taquilla hizo que en aquellos 40 fuera una de las figuras mejor pagadas en Hollywood, siendo en algunos de esos años, la que más.

- Recibió el Oscar "juvenil" el mismo año que Rooney, 1938. Después, lo conseguiría Garland.

- Además, gozó de una fama internacional muy importante. Un detalle al respecto es que en la pared de la casa donde estuvo escondida Ana Frank, y en concreto, en la habitación donde dormía, una de las fotos que Ana colgó de estrellas del cine era precisamente de Deanna Durbin.

- Fue reconocida por su dulce voz, y grabó muchas canciones para el sello Decca Records, una compañía líder en el sector discográfico de los 30 y 40 en EEUU, y responsable de muchas bandas sonoras de la época.

- Cumplidos los 30, ya se había casado tres veces (la última fue la relación más duradera), lo que puede reflejar la intensa vida, también en el plano sentimental, que tuvo Edna Mae, su verdadero nombre.

- Ese tercer matrimonio, con el director Charles David (con quien había trabajado en los 40), en 1950, como digo, fue la que la hizo más feliz y la que la llevó a residir, desde entonces, en Paris, a las afueras, en una granja. Allí resistió toda oferta para volver a actuar, incluido el papel de Eliza Dolittle, en la obra de Broadway, My fair lady, en el 56, que rechazó, y llí también ha tenido lugar su fallecimiento.

Descanse en paz "la Winnipeg´s golden girl" (así se la conocía en su localidad natal canadiense)