Activision está intentando comprar Take-Two como parte de una nueva orientación estratégica de la compañía con la que pretender sumergirse en la industria cinematográfica.

Según el plan estratétigo de Activision, la adquisición de las IP's de Take-Two, principalmente GTA, garantizaría el éxito en sus dos ramas de negocio futuras, la publicación de juegos y cine.

Con este movimiento, sería los propietarios de Call of Duty, Destiny, World of Warcraft, Borderlands, Bioshock, Grand Theft Auto, 2K Sports Games y de los estudios Infinity Ward, Bungie, Rockstar o Blizzard entre otros.

La propuesta sería equivalente a la que rechazó T2 de EA en 2008 (2.000 millones de dólares), aunque con la diferencia de que en esta ocasión, los primeros 1.000 millones serían en cash.

Con esto Activision se convertiría en la primera editora de videojuegos a nivel mundial.