Pues no quiero parecer pesimista, pero creo esas críticas que indican que la película se disfruta más en un segundo visionado indican que estamos ante una película bastante sutil y, como va sabemos con este director, con mezcla de géneros. Y esto es algo que creo que no suele premiar mucho la Academia, hablando de directores. Así a bote pronto creo que las sutilezas de Altman y Fincher (Gosford Park y La red social) perdieron contra las "rotundidades" de Howard y Hooper (Una mente maravillosa y El discurso del rey). Incluso Payne con Los descendientes, perdió ante un Hazanavicious con un The artist que estaba muy bien, pero que era un homenaje poco sutil.

En esto de la sutileza creo que, como siempre, la excepción o rara avis es Ang Lee, con dos Oscars por dos trabajos tan sutiles, pero a la vez, y tal vez por ello premiados, tan arriesgados como Brokeback mountain y La vida de Pi.

Saludos