Vamos a ver, porque es obvio que podemos opinar de manera algo diferente.
Está claro que El baile de los vampiros es mi parodia del cine de terror favorita. Pero las dos parodian con gran sentido de la seriedad. Es obvio que la de Holland nace dentro de la corriente de los filmes teenagers, eso está claro, y que las intenciones de Polanski nada tienen que ver con ello. Pero existen muchos paralelismos en el hecho de recurrir a los tópicos del género, con respeto por el ambiente gótico (en la de Holland no de época). Si he citado El baile de los vampiros es precisamente por ser la gema dentro de esta tendencia, y no para equipararlas al milímetro. Ambas retoman muchos guiños de clásicos anteriores.
De todas formas, es obvio que a ti no te llega Noche de miedo ni la décima parte que a mí, por lo que estamos en un punto de divergencia.
Por cierto, una pregunta, Screeper: la secuencia de la destrucción final al vampiro en el sótano, con los cristales rotos que dejan pasar la luz y que acorrala al murciélago monstruoso, ¿te dice algo especial?