El director Hernán Migoya ha denunciado lo que parece ser una práctica habitual en el cine español: la productora de su película, "Soy un pelele" (por cierto, el título parece puesto a mala leche), no tiene ningún interés en promocionarla (que cuesta dinero) para que vaya la gente a verla: con hacer un estreno fantasma, inflar el presupuesto y la taquilla ya pillan subvención y derechos de TV. Incluso hacen constar que su idioma original es el catalán (cuando no es así) para recibir también de la Generalitat.
Os recomiendo que leáis el artículo entero, es para echarse a llorar:

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/0...843229&numero=