Y van 8 veces que la veo. No sé que tiene Wright, pero me estoy dando cuenta de que posiblemente este en mi top 3 de directores favoritos actuales, emocional, formal, y temáticamente hablando . Y vuelvo a el muy frecuentemente. Demasiado frecuentemente en cortos intervalos de tiempo, de hecho.
Ahora que he tenido la oportunidad de verla en un pantallón OLED de 65 pulgadas, he constatado varias cosas de manera creo que definitiva .
La primera es que el disco BD es de referencia absoluta, y la fotografía es extraordinaria, con un uso del contraluz y la gradación delicado y sutil, pero muy trabajado (ya la secuencia inicial es de aplaudir, con los primeros rayos de sol filtrándose tímidamente entre las copas de los árboles de la campiña inglesa, mientras el tema principal de Marianelli se presenta en todo su esplendor y el título aparece en pantalla) . La foto de Atonement es más compleja y rica, pero no necesariamente mejor en términos de ejecución, diría yo , aunque aquí hablo subjetivamente, puesto que carezco de conocimientos técnicos en lo que a fotografía cinematográfica respecta.
La segunda es que está extraordinariamente, increíblemente, maravillosamente, acongojantemente... bien rodada, y en cada visionado descubres cositas, filigranas visuales, que te sacan media sonrisa, como dijo Campanilla . Es de alucinar por completo, cuando precisamente en el género la tendencia es no hacerse notar en lo que a dirección respecta, aquí la cámara es virtuosa e inquieta. En serio, el trabajo de Wright en general... puesta en escena, planificación, encuadre, montaje, dirección de actores... es tan colosal, tan condenadamente perfecto, pero a la vez siempre justificado narrativamente, que por una vez, si a Wright le hubiesen dado el Oscar a mejor director ya por su debut no hubiese protestado. Antes creía que esta afirmación era producto del fanatismo. Ahora, 8 visionados y varias calmadas reflexiones después, ya no.
Y la música... simple y llanamente, no hay director que use la música y le otorgue TANTA importancia cómo Wright lo hace ni de la manera en que lo hace. Debe estar en un altar para los que amamos la música de cine.
Ya no es sólo que opta por dejar sin diálogos de secuencias enteras y permitir que sea la música y el encuadre quienes nos cuenten cosas, ni que sus películas tengan mucho de musicales en tramos (en el sentido de que se articulen y pivoten alrededor de la partitura), que también.
Tampoco me refiero a lo obvio de su función principal cómo herramienta narrativa, o a que tienda a servir cómo pauta a los actores, marcándoles el ritmo (cuando entran y salen de plano , cómo se mueven...), sino a pequeños y maravillosos detalles, como por ejemplo, que resulta especialmente divertido comprobar cómo mucha música de Marianelli se usa como música diegética.... ¡incluso aunque ya la hayamos oído antes extradiegeticamente ! Ese jugueteo narrativo, con la película y los personajes asumiendo sus composiciones cómo parte de su realidad una vez la han oído por primera vez junto a nosotros como espectadores (es decir, una vez que han descubierto, que saben cual es su tema musical ) , es de no creérselo. Difumina las frontera entre música diegética y no diegética, y lo hace aportando narrativamente.
En Orgullo y Prejuicio, destacar dos momentos: Lizzie tocando el tema principal de la película (Dawn, que se oye en todo su esplendor ya en la secuencia inicial) en casa de Lady Catherine de Bourgh cuando está le pide que toque algo al pianoforte, confirmando así que se trata de su tema, alegre y resolutivo, cómo ella.
Otro ejemplo: Georgiana, la hermana de Darcy, ¡tocando su propio tema musical al piano en la secuencia en la que Darcy nos presenta al personaje oficialmente.... salvo que el tema ya había sonado anteriormente de manera breve, cuando Lizzie la ve momentáneamente a través de la rendija de la puerta.
Por último otro momento que siempre me deja patidifuso es cuando Lizzie y Jane se arreglan poco antes del baile en el que Lizzie busca a Wickham en vano, mientras ellas charlan, la cámara sigue alegremente a las criadas que entran y salen haciendo sus labores tarareando bajito Arrival to Netherfield... pues bien, mientras ellas cantan; en primer plano y a mayor volumen suena otro tema completamente distinto ( este si, de manera extradiegética), que es el que acompaña a esa secuencia narrativamente hablando. . De locos. De escuela.
Bonus: en Atonement, un soldado compañero de Robbie con la armónica toca el tema del amor entre el y Cecilia varias veces, ese tema se nos presentó anteriormente cómo tal de manera extradiegética, con la orquesta en pleno, y una vez es reconocido por los espectadores y personajes cómo tal, se empleará posteriormente diegéticamente para recalcar la añoranza que siente Robbie por su amada, o simplemente para hacernos saber que está pensando en ella.
En definitiva, no creo que haya mejor empleo de música cinematográfica hoy en día. En CD es imposible valorar o ser consciente del alcance... y si la eliminas de la película queda semi herida de muerte narrativamente hablando.
En fin, disculpad por lo disperso y repetitivo del post y por dar el coñazo otra vez con la peliculita de marras. Obra maestra. Gran, gran, gran película.
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