Para mi esto es el primer error. No te ofendas por esto, pero encuentro muy osado querer establecer las pretensiones de algo tan complejo como es "el cine". Más aún simplificarlas hasta el extremo de que su fin último se pueda resumir en "ser como la vida real".
Que hoy en día se pueda reproducir la realidad... no implica que quien ha preparado en su cabeza durante horas, semanas o años una secuencia, quiera hacerlo. Entiende que lo que da es su interpretación, que nunca será la misma de otro director, director de foto o guionista, y por supuesto no tiene que coincidir con lo que tú como espectador prefieras. Y desde luego, en alguien que se gana la vida con el cine, una parte importante de su trabajo es escoger muy bien, durante la preproducción, cómo se va a ver esto y aquello. Y no dudes que con bastante más conocimientos técnicos de los que tú y yo podamos acumular.
Desde que se pasó del nitrato al celuloide y empezó a aparecer algo distinto al academic ratio, todo ha sido cuestión de elecciones. Escoger entre posibilidades. Blanco y negro o color. Un tipo de película u otro. Una lente u otra. Una música de fondo, otra o ninguna. Que el grano sea más o menos visible (los filtros existen desde los tiempos de los Lumiére). Cada una de esas elecciones te alejarán siempre de una representación realista de lo que hay enfrente de la cámara, y se acercarán a una interpretación subjetiva. Pero esas elecciones son las de quien escribe, fotografía o dirige. Si no coinciden con la nuestra, no somos nadie para decir que esté mal o bien. Son las elecciones de otros. Pueden gustarte o no, pero han de ser respetadas.
Y no entremos en la demagogia de "es que en las salas de los 70 se proyectaba en 70mm, y en casa no se puede". Pues no. Nunca se podrá reproducir al 100% la sensación de una sala de estreno en el momento del estreno, con el director vivo y escogiendo los detalles. Lo que al menos yo busco, es acercarme al máximo. Y eso supone que habrá concesiones. El DNR no es una concesión. El grano está ahí desde que la imagen queda registrada en el negativo, o desde que el director lo añade en su DI. Por tanto, tanto él, como yo, debemos aceptarlo para reproducir esa experiencia.
Lo dicho... para mi el "fin último" del cine es engañarme. Hacerme creer que algo que es la fantasía de un guionista, se convierta en creíble. Y hacerlo de un modo que me entretenga. Desde luego, no tiene nada que ver con "pretender ser como la vida real". No, no... de eso ni hablar, es un engaño, lo sé y quiero que me engañen. Es mi opinión.