Siento reabrir un tema que, por lo que he revisado, ya ha sido tratado por aquí, pero anoche vi por primera vez -sí, a estas alturas-
El club de la lucha y me parece bastante sobrevalorada.
Partamos de que esperaba mucho y, probablemente, soy injusto. Si la hubiera visto en el cine en su momento, sin más expectativas que una buena crítica, me habría parecido una buena película, e incluso quizás me habría entusiasmado su apuesta. Pero el caso es que la he visto ahora, dispuesto a contemplar una película de culto, y me ha defraudado.
Reconozco que la primera parte me mantuvo atrapado: El intentar bajarse del tren del mundo contemporáneo, abrir los ojos y ver más allá es un tema interesante, aunque algo trillado. Su desarrollo en una segunda parte algo excesiva y violenta es muy Fincher y entiendo que es lo que se pretende -de ahí el título-. Más efectista que otra cosa, pero vale.
Pero lo que me ha parecido tramposo y totalmente decepcionante es la media hora final.
Tramposo porque, a diferencia de Seven, el personaje clave no es real. Y decepcionante porque, sencillamente, no me lo creo. El proyecto alternativo y, a la postre, revolucionario antifinanciero podía ser creíble hasta entonces, pero, tras conocer que el desencadenante es una esquizofrenia mal controlada, a mí me parece insuficiente para explicar todo lo anterior
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Lo planteo con el ánimo justo de polémica. Sólo pretendo conocer vuestra impresión de esta película pasado ya un tiempo y compararlo con mi visión tardía.