Cita Iniciado por Alex Fletcher Ver mensaje
Yo veo a Ed Harris como a un flipao que se cree que su obra está por encima de todo, y sus tics de estar por encima del bien y del mal, esa pose bohemia que dan tanta rabia y tan propios por ejemplo de los directores de cine, a mi me cuadra y mucho, y me gusta porque el personaje lo encuentro insufrible, en cambio no hay ningún personaje en Carrey, hace de el mismo, encuentro insufrible el actor. No veo diferencia entre Carrey y el personaje, el film para mi se debería titular "el show de Carrey"..... Veo que será un todos contra Fletcher.....y eso también me pone
¡Qué cosas! A mí no me gusta por regla general Jim Carrey, y me alejo como de la peste de sus comedias más bufas, pero en cambio aquí creo que está muy bien, porque se ajusta al personaje (que yo sí lo veo, y muy perfilado, aunque evidentemente estamos en el terreno de la sátira). En cambio, me encanta por regla general Ed Harris, pero aquí me carga, porque creo que enfatiza demasiado ciertos tics del personaje (aunque puede ser que esa sea la forma como lo quería Weir).

Se cuenta en los extras que, aunque no aparezca acreditado como tal, Weir modificó bastantes cosas del guion de Niccol, desde la ubicación geográfica (originalmente era Nueva York) al background de los personajes. Hay un detalle que a mí me parece particularmente interesante (y avanzo parte de mi comentario): el resto de "habitantes" de Seahaven (por cierto, localidad real de Florida, Seaside, con una población de alto standing que al parecer no vio con simpatía, sino más bien con incomodidad, el rodaje del film). Y es que para mí su "trabajo" es una condena. Pensemos en la Meryl de Laura Linney (espléndida como casi siempre), que se tiene que encamar con su compañero de reparto, día sí, día también, y además disimular su papel de esposa (me hace gracia un comentario de uno de los espectadores, cuando se queja de que siempre hay un fundido cuando la acción amorosa se pone en marcha ). O Marlon (excelente Noah Emmerich), viviendo a la sombra de su amigo desde la infancia: toda una vida echada a perder como actor secundario de una farsa. Y los compañeros de trabajo, con los que supongo que compartirá las 7/8 horas diarias de aburrida oficina. O esa madre, siempre a punto para reconducir a Truman a terreno seguro, para estabilizarlo. Visto desde esta perspectiva, a mí la película me parece uno de esos escalofriantes capítulos de The Twilight Zone, mucho más drama que comedia.