Esta prueba de lo que me convence es que no hay tanta diferencia entre las telas comerciales y las pintadas en salas domésticas normales.
Yo desde luego veo mejor y disfruto más de mi proyector con mi pantalla HUM pintada por cuatro perras que con cualquier otra que haya probado (y ya van unas cuantas, algunas de precios desorbitados...).

Saludos