Conclusión:
Decía su propio creador que Puppeteer no es “un plataformas ordinario”, y lo cierto es que no lo es. Es una experiencia que no tiene igual en la librería de PlayStation 3, una de esas rarezas exclusivas de las que para bien o para mal solamente se hace una entrega y ya está –como Kirby’s Epic Yarn. Aceptando su tempo, sus reglas y novedades en el género, como es el sustituir un usual doble salto por el avance mediante las tijeras, encontramos un gameplay que, conforme va aumentando en mecánicas se va volviendo más divertido y planteando más retos, aunque el esquema contra algunos Jefes Finales se repite y los QTEs finales no sean tan emocionantes como el enfrentamiento. Pero todo palidece en comparación con la pátina visual y sonora que claramente se adueña e influye en todo el conjunto. El ritmo nos plantea retos como no saltar sin más, sino plantarnos hojas en mitad de un salto entre dos plataformas para que rápidamente usemos Calibrus y lleguemos a la otra orilla. U obligarnos a avanzar por niveles de scroll vertical constante de esos que apenas podemos pararnos a ver el camino. Es un juego que se inspira y coge de tantos títulos de Mega Drive, de Super Nintendo, de la edad dorara de las 2D, mezclándolos con lo que la HD puede dar de sí en la actualidad y con un sistema de manejo reminiscente de la obra de Media Molecule, pero más preciso y con un cooperativo divertido. Una de esas obras en la sombra que merece ser tan conocida como otros AAA de más renombre y que perfila como uno de los títulos más interesantes en esta etapa final de PlayStation 3 en la que la consola se niega a pegar su último canto de cisne, se niega a ceder ante su sucesora, contraatacando con un catálogo de juegos lanzados y aún por llegar en el que le enseña los dientes a la 8ª Generación. Y además, ofreciendo bastante contenido a un precio inferior al habitual. Según el gran profesor de interpretación Constantin Stanislavski, “No puede haber arte sin virtuosismo, sin práctica, sin técnica”, o lo que es lo mismo: No podría haber existido esta extravaganza llamada Puppeteer sin ese virtuosismo que el inclasificable Japan Studio es capaz de conjurar.
Lo Mejor:
- Visualmente una obra de arte sin fisura alguna
- La sucesión constante de escenarios y la variedad de los Jefes Finales
- Un planteamiento de extras que lo hace rejugable
- Su ritmo creciente y la sorpresa de no saber nunca que reto/jefe nos encontraremos a continuación
- La soberbia y variada BSO de Patrick Doyle y el doblaje castellano
- Las tijeras, toda una novedad que añade frescura al género
- La forma de implementar al personaje extra en el cooperativo
Lo Peor:
- Manejar por nuestra cuenta al personaje secundario en los instantes de acción y peleas nos hará perder más de una cabeza
- Algunos momentos en los que la inercia de las tijeras se queda corta para llegar a un saliente y nos caemos