No sólo no me ofendo sino que concuerdo con las últimas opiniones. Se puede evaluar medianamente el acabado técnico de una película pero no su efectividad ante cada espectador y, mucho menos, un concepto tan resbaladizo como la "calidad".
El debate surgió precisamente porque había quien defendía (y sigue defendiendo) lo contrario; es decir, que una película, independientemente del gusto personal de cada espectador, puede ser declarada científica e irrebatiblemente de "buena o mala calidad" mediante una simple, e hipotéticamente muy fiable, encuesta en internet.