A mí no me molestan los coches, me molestan los vecinos. Mi ventana da a un patio interior y tengo por un lado a los del primero que siempre cenan tardísimo y arman todo el escándalo que pueden en la cocina y a los del cuarto que son sudamericanos y de vez en cuando les da por montarse alguna juerga.
Al principio me callaba, para no liarla.
Pero un día les pegué un grito a todos y desde entonces duermo que da gusto.
Además cuando me levanto a las 8-8:30 pongo la música bien alta para joder a todo el mundo.