Poco más se puede añadir a lo dicho de esta película, sencillamente es la obra maestra de Margheriti y una de las que tienen que estar en el top10 del terror italiano.
La edición es potentisima, la presentación me ha encantado y el corto también, así que lo único que podemos pedir a 39 escalones es que no se olviden del horror y nos sigan deleitando con joyones como este.