Tema: Revisando la filmografía de la Hammer Film Productions (1948-1978)

Ayer me vi THE REPTILE (1966), de John Gilling y espero ponerme esta misma noche con la reseña, calor mediante...

La siguiente entrega será la mítica (aunque absolutamente kitsch) HACE UN MILLÓN DE AÑOS (1966), de Don Chaffey y que forma parte de la excelente colección de la StudioCanal británica.

Iniciado por Alcaudón

Ayer me vi THE REPTILE (1966), de John Gilling y espero ponerme esta misma noche con la reseña, calor mediante...

La siguiente entrega será la mítica (aunque absolutamente kitsch) HACE UN MILLÓN DE AÑOS (1966), de Don Chaffey y que forma parte de la excelente colección de la StudioCanal británica.

Me apunto al comentario de la de Gilling, pero paso de la de Chaffey. En todo caso, tiene su gracia compararla con la que rodaron años antes los Roach, padre e hijo: One Million B.C., que comenté en el "otro rincón" hace un tiempo.

Aunque la propia Hammer la catalogaba como su película nº 100 en realidad y según mi compúto personal sería la 103...

Y de esta forma habría completado el comentario de todas las películas rodadas en 1965:

- THE NANNY / A MERCED DEL ODIO

- DRACULA, PRINCE OF DARKNESS / DRÁCULA, PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS

- RASPUTIN, THE MAD MONK / RASPUTÍN

- THE PLAGUE OF THE ZOMBIES

- THE REPTILE

- ONE MILLION YEARS B.C. / HACE UN MILLÓN DE AÑOS

Luego tal vez me dedique en exclusiva a los últimos cuatro filmes de Terence Fisher y más adelante recuperar títulos intermedios o posteriores que me parecen dignos de ser comentados.

Iniciado por Alcaudón

Ayer me vi THE REPTILE (1966), de John Gilling y espero ponerme esta misma noche con la reseña, calor mediante...

Esta cuenta con una buena ambientación, como es costumbre de la casa. Me recuerda un poco al de "La Leyenda de Vandorf". Pero el aspecto de la criatura, deja bastante que desear. Yo creo que se puede encontrar de entre los más cutres de la Hammer. Claro que el doblaje que le encasquetaron en la edición DVD de Manga, es peor aún. Por desgracia, algo que se repitió en varios títulos de la Colección.....

Yo tengo una edición británica impecable en BD y DVD.

Iniciado por Nomenclatus

Esta cuenta con una buena ambientación, como es costumbre de la casa. Me recuerda un poco al de "La Leyenda de Vandorf". Pero el aspecto de la criatura, deja bastante que desear. Yo creo que se puede encontrar de entre los más cutres de la Hammer. Claro que el doblaje que le encasquetaron en la edición DVD de Manga, es peor aún. Por desgracia, algo que se repitió en varios títulos de la Colección.....

Tienes razón, el aspecto de la criatura, vista hoy, es algo lamentable, en este sentido la Hammer ha envejecido un poco, pero bueno, a mi personalmente me interesa más todo lo que le rodea...

Sobre el doblaje que comentas, no lo recuerdo, supongo que en su época no se estrenó en España.

Efectivamente, no llegó a estrenarse en salas comerciales en nuestro país.

THE REPTILE (1966)



Director: John Gilling.

Producción: Hammer Film Productions Ltd. / Associated British-Pathé Ltd. / Seven Arts Productions, Inc.

Distribución: Warner-Pathé Distributors Ltd. (Reino Unido) / Twentieth Century-Fox Film Corp. (EUA).

Productor: Anthony Nelson Keys.

Guion: John Elder (Anthony Hinds) y John Gilling (no acreditado).

Fotografía: Arthur Grant, en Technicolor y formato panorámico (1.66:1).

Diseño de producción: Bernard Robinson.

Música: Don Banks, supervisada por Philip Martell.

Montaje: Roy Hyde, supervisado por James Needs.

Reparto: Noel Willman (Dr. Franklyn), Ray Barrett (Harry George Spalding), Jennifer Daniel (Valerie Spalding), Jacqueline Pearce (Anna Franklyn), Michael Ripper (Tom Bailey), John Laurie (El loco Peter), Charles Lloyd Pack (Sacerdote), Marne Maitland (El malayo) y David Baron (Charles Edward Spalding).

Presupuesto: 100.599 libras esterlinas.

Rodaje: del 13 de septiembre al 15 de octubre de 1965.

Duración: 1 h 30 m 05 s. (Copia en BD editada por StudioCanal en Reino Unido en 2012).

Estreno (Reino Unido): 6 de marzo de 1966 (en programa doble junto a RASPUTÍN (1966), de Don Sharp), con preestreno el 14 de febrero.

Estreno (EUA): 6 de abril de 1966 (en programa doble junto a RASPUTÍN (1966), de Don Sharp).



Por una vez y sin que sirva de precedente, voy a usar un comentario ajeno para encabezar el mío:

Ambos filmes tienen bastante puntos en común, y no creo descubrir nada nuevo si digo que THE REPTILE posee unas imágenes más inquietantes y una atmósfera más densa, y THE PLAGUE OF THE ZOMBIES las ideas más brillantes, y que las dos son – junto con LA CARNE Y EL DEMONIO (1960), este fuera del ámbito Hammer – el mejor legado cinematográfico de su realizador.

Extracto del comentario del fallecido José María Latorre para el “Especial Hammer” de la revista “Dirigido por…” (n.º 333, 334 y 335, abril a junio de 2004).

Creo que el mismo sintetiza a la perfección mi (acalorada) defensa de estos dos títulos, rodados uno a continuación del otro, reutilizando los mismos decorados y buena parte del equipo técnico e incluso del reparto.

A su vez, estas dos cintas servían de complemento de los dos títulos (aparentemente) de más enjundia que las acompañaban a modo de programa doble.





Todo ello fue idea del (excelente) productor Anthony Nelson Keys con el fin de conseguir los mayores beneficios con la mínima inversión.

De esta forma se rodaron secuencialmente DRÁCULA, PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS, de Terence Fisher, RASPUTÍN, de Don Sharp y las arriba mencionadas THE PLAGUE OF THE ZOMBIES y THE REPTILE, ambas de John Gilling.

Un John Gilling que, curiosamente, murió en nuestro país, en concreto en Madrid, en 1984.

De hecho, su último largometraje lo rodó en España, LA CRUZ DEL DIABLO (1975), con la participación de tres de nuestras actrices autóctonas más atractivas: Carmen Sevilla, Emma Cohen y Mónica Randall.

La cinta hoy comentada se denominó originalmente THE REPTILES (en plural), más tarde THE CURSE OF THE REPTILES (también en plural), posteriormente (y ya durante el rodaje) de nuevo THE REPTILES y finalmente THE REPTILE, que es como se estrenó a este y al otro lado del Atlántico.

Una de las razones para singularizar el título fue la dificultad que implicaba la elaboración del maquillaje de la Criatura, teniendo en cuenta lo ajustado de los presupuestos en los que se solía mover la compañía británica y eso a pesar de contar con el apoyo financiero de los grandes estudios norteamericanos.

Este además sería el adiós del gran Roy Ashton (1909-1995), sucesor del igualmente grande Phil Leakey (1908-1992), con el que colaboró en los dos títulos fundacionales de la Hammer: LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN (1957) y DRÁCULA (1958).

Tal vez sea mera coincidencia pero lo cierto es que hay una notable similitud, al menos en términos cromáticos, entre el maquillaje de la Mujer Serpiente y el de la Criatura de la Laguna Negra…





… aunque recordemos que a la segunda únicamente pudimos verla en blanco y negro dado que así fue como se rodaron las tres películas en las que participó.

El guion de THE REPTILE, pese a los cambios efectuados por su realizador (en justa venganza por el maltrato que sufrió su espléndido libreto para LA GORGONA (1964), del maestro Terence Fisher a manos del productor – el mencionado Anthony Hinds -), bebe de obras precedentes.

Por ejemplo, de LA MALDICIÓN DEL HOMBRE LOBO (1961), también de Fisher, porque en ambas el/la protagonista sufre una (valga la redundancia) maldición heredada de sus progenitores.

En el primer caso, la violación de la madre a manos de un pobre mendigo al que su largo cautiverio ha convertido literalmente en una bestia.

En el segundo caso, por la intromisión del padre en los misterios de una oscura secta malaya dedicada al culto a la Mujer Serpiente y más en concreto, a la Mujer Cobra.

O de la mencionada (y magistral) LA GORGONA, por el alejamiento que supone de las Criaturas heredadas de la Universal (léase El Monstruo de Frankenstein, Drácula, La Momia, El Hombre Lobo o El Fantasma de la Ópera) o de los clásicos de la literatura fantástica y/o de terror (El Sabueso de los Baskerville o El Señor Hyde).

Y porque tanto en LA GORGONA como en THE REPTILE el protagonismo (o mejor dicho, la maldición) recae en dos mujeres, allí Carla (Barbara Shelley), aquí Anna (Jacqueline Pearce).

Como decía al principio, THE PLAGUE OF THE ZOMBIES y THE REPTILE comparten los mismos decorados, equipo técnico (director de fotografía (Grant), diseñador de producción (Robinson), montador (Needs [como supervisor]) y reparto (Jacqueline Pearce y Michael Ripper).

Y no sólo eso sino que en ambas la acción tiene lugar en Cornualles, en el extremo suroeste de Inglaterra, el mismo entorno donde solía situar sus ficciones la popular escritora Daphne du Marier (1907-1989), como “La posada Jamaica” (1936) o “Rebeca” (1938), que ya sabéis todos quien llevó a la gran pantalla en 1939 y 1940, respectivamente.

Para esta producción se recuperaron dos de los protagonistas de THE KISS OF THE VAMPIRE (1963), de Don Sharp (director de la arriba mencionada RASPUTÍN), Noel Willman y Jennifer Daniel, que reciclan en cierta forma sus papeles de villano y heroína, respectivamente.





Precisamente esas fugas a territorios inexplorados son las que, pese a las restricciones presupuestarias, hacen tan atractivas las dos cintas de John Gilling, que como antes decía siguen la senda abierta por LA GORGONA de Terence Fisher.

Gilling además sabe crear una atmósfera feérica muy lograda y además se nota su impronta en la escritura del libreto pues retoma una idea del de LA GORGONA como es el sonido que emite la Criatura para atraer a sus víctimas, muy similar al canto de las sirenas de los poemas épicos.

Unas víctimas, que al igual que en el caso de los vampiros, son mordidos en el cuello y a los que la Criatura les inocula su letal veneno...



En el apartado interpretativo no tenemos ningún primer espada como era el caso del gran André Morell en THE PLAGUE OF THE ZOMBIES, dado que Noel Willman (1918-1988) es un actor escasamente expresivo (casualmente el domingo pasado tuve oportunidad de verle en ODESSA (1974), de Ronald Neame, junto a mi querida ama y en V.O.S.E., como a ella y a mí nos gusta), como ya demostró encarnando al doctor Ravna en la primera película de vampiros no dirigida por Fisher. Aquí, además encarna de nuevo a otro doctor.



El otro protagonista masculino, Ray Barrett (1927-2009), que encarna al hermano de la primera víctima de la Mujer Cobra, se defiende mejor, aunque le falta carisma.



Por el contrario, el habitual Michael Ripper (1913-2000), que encarna al tabernero de la pequeña población (ficticia) de Clagmoor Heath, en Cornualles, tiene aquí el que seguramente sea el papel más extenso de toda su carrera dentro de la Hammer y demuestra lo gran actor que era.



Las mayores satisfacciones nos vienen de la parte femenina puesto que la rubia y de ojos azules Jennifer Daniel (1936-2017) y la morena y de ojos verdes Jacqueline Pearce (1943-2018) demuestran no sólo ser muy bellas y elegantes sino también notables actrices.



De hecho, una de las escenas más subyugantes de la película es aquella en la que Anna, mientras toca el sitar para entretener a sus huéspedes, el matrimonio Spalding, desafía la autoridad del padre, celoso guardián de su secreto y que parece indicar una relación paterno/filial con ciertos tonos incestuosos...





O el malsano dominio que el malayo ejerce sobre la joven, quien sólo encuentra consuelo en sus pequeñas mascotas...



Gilling, inteligentemente, hace un uso comedido de la presencia en pantalla de la Mujer Serpiente, siguiendo la máxima del gran Jacques Tourneur o del propio Terence Fisher, o sea, mejor sugerir que mostrar.

Eso sí, la presencia de un acólito del culto a la Mujer Cobra, encarnado por el sibilino Marne Maitland y que ejerce de amo y señor de la desgraciada Anna, es ciertamente rocambolesca.



Y puesto como decía se reciclaban los decorados de una producción en la siguiente no es nada extraño que la mina en la que trabajaban los esclavos zombis se convierta aquí en la guarida en la que mora la Mujer Cobra.

Un lugar de aguas termales (¿en el interior de la mansión de los Franklyn? ) donde la Criatura pueda soportar las frías temperaturas de la campiña inglesa, especialmente cuando muda de piel y es más vulnerable.

Los pecados de los padres los acaban pagando los hijos.

Creo que viene en la Biblia.

Esa es, desde luego, la maldición de la pobre Anna, a la que finalmente el tan temido frío acabará con su triste y lastimera vida.

No sé si THE REPTILE es mejor que THE PLAGUE OF THE ZOMBIES, o viceversa, pero en cualquier caso ambas citas son de las mejores muestras del cine de terror gótico de los años ‘60 y que no fueron firmadas por el más grande, léase, Terence Fisher.

Buenas noches y, buena suerte.



P.D. Y en cuanto a la calidad de la imagen del BD, irreprochable, salvo en los créditos iniciales, aunque en este caso sea debido a que se han recuperado los de la copia inglesa, cosa que no sucedía en RASPUTÍN y no fue posible una restauración completa de los mismos.

A ver si la localizo y puedo comentar. además le tengo ganas.

The Reptile (1966), de John Gilling



Como apunta Alcaudón, The Reptile recicla decorados de The Plague of the Zombies (¡ese pequeño cementerio, situado en una hondonada a la entrada del pueblo córnico!), por lo que parece inevitable establecer comparaciones. Vaya por delante que no comparto los hiperbólicos elogios de nuestro enciclopédico amigo. Me parecen, eso sí, dos films correctos dentro del género, inferiores a las obras maestras de Fisher, pero muy superiores a otros films de la Hammer. O sea, estaríamos ante dos productos de nivel medio entretenidos y agradables para un programa doble (de cine de barrio de los 60/70).

Puestos a compararlos, me quedo antes con esta The Reptile, especialmente en sus dos primeros tercios. La parte final, como desgraciadamente solía pasar (y aún pasa) en los films del género de terror, acumula todos sus defectos, hasta el punto de poner en peligro el equilibrio del film. Si no naufraga del todo es, en buena medida, por la sobriedad de Gilling, el buen hacer de la parte técnica y la corrección de las interpretaciones (a mí sí me ha gustado Noel Willman como el Dr. Franklyn, su inexpresividad, su tono adusto, me parece que cuadra bien con el personaje, por ejemplo, en la escena del sitar, que Alcaudón ha destacado con acierto, ya que me parece una de las mejores del film).



Pero la exigencia de suspensión de incredulidad por parte del espectador es, a mi parecer, excesiva, y no precisamente porque me resulte ridícula la caracterización de Jacqueline Pearce como la reptiliana Anna, cuyo maquillaje me parece bastante más convincente que el de los patéticos zombis del film anterior. Pero la trama lleva a un final atropellado y resuelto a base de brochazos: el típico fuego purificador; la balsa de agua hirviendo; las carreras de un Harry Spalding, que debería estar medio muerto por la mordedura de la mujer-reptil, y el tabernero Tom (excelente Michael Ripper, actor con un apellido de lo más apropiado para el género), que van del cottage de los Spalding (nombre que me suena a hermanos Marx ) a la mansión del doctor como si esta estuviera a la vuelta de la esquina, para llegar just in time; y, last but not least, el final del temible monstruo a causa de… una inocente corriente de aire. Demasiadas incongruencias en demasiados pocos minutos.

Con todo, un film ciertamente agradable. La lástima es que la edición en DVD de Manga, en su añeja colección dedicada a los films de la Hammer, deja mucho que desear, con unos colores bastantes degradados, probablemente procedentes de un máster en vídeo.