Añado un breve apunte sobre el primer trabajo acreditado de Bergman en el cine: Tortura (1944), de Alf Sjöberg, de la cual fue el autor del guión. Se trata de un drama escolar, en que el profesor de latín, un dictador en miniatura apodado Calígula (magníficamente interpretado por Stig Järrel), somete a sus alumnos a torturas psicológicas, de claro regusto sádico. Bergman dice que el personaje es un “criptonazi”, lo cual visto el año de producción da pistas de por dónde van los tiros. Es fácil encontrar en sus modos algo de caligarismo. Se trata de un personaje torturado y torturador, que se dedica a amedrentar a sus alumnos y a perseguir con aviesas intenciones a Bertha (Mai Zetterling, a quien vimos en Música en la oscuridad), una chica que trabaja en el estanco y de la cual se enamora uno de los alumnos, Alf.

El acoso de Calígula llegará a tal punto que Bertha acabará muriendo a consecuencia del alcohol que consume para escapar de su miedo. Bajo un drama hasta cierto punto convencional se esconde una fuerza diabólica encarnada en Calígula (y plasmada con imágenes que utilizan con aires expresionistas las sombras del malvado), algo que Bergman más bien parece atribuir al director y al actor en sus memorias.











Como curiosidad, los últimos planos del film, que nos muestran al joven Alf saliendo a la luz del día y contemplando desde lo alto la ciudad, después de haber visto como Calígula, desequilibrado, le pedía que lo perdonara, los filmó Bergman, sus primeros minutos de cine. La película fue un éxito. Hoy en día se sostiene sobre todo por esas correlaciones históricas (Hitler y el nazismo) y cinéfilas (entre Caligari, Mabuse y quizá Nosferatu, por esas manos que se ciernen amenazantes sobre la pobre Bertha).

La edición de A Contracorriente parte de una copia con notables defectos de imagen (manchas en muchos momentos), aunque se puede ver sin sobresaltos.