Anímate, hombre, que estamos llegando a uno de los períodos más fecundos de Bergman. A mí, volver a ver El séptimo sello, me ha resultado una experiencia extraordinariamente gratificante. Vista a día de hoy, liberados de cierta carga existencialista y religiosa que pesaba en demasía en su momento, me parece un film muy disfrutable sin dejar de ser profundo y de cuestionarse muchas cosas. Reconozco que me siento bastante identificado con la posición que adopta el escudero Jöns. Quizá entonces Bergman se sentía más próximo a las dudas del caballero Antonius Blok, si hacemos caso a algunos de sus escritos. Me queda un gran interrogante alrededor del personaje de la chica "muda" interpretada por Gunnel Lindblom. Agradeceré cualquier comentario sobre este u otro aspecto cualquiera de este film, sin duda uno de mis favoritos (y no sólo entre los de Bergman).