Y llegamos al final del recorrido. En el 2003 Bergman, con 84 años, dirige su última película (decisión que expresa explícitamente en las imágenes del making off que incluye la edición en DVD de Cameo), producción también para la televisión: Saraband, que dedica a su mujer ya fallecida, Ingrid (murió en 1995). Para su despedida, recupera a los dos protagonistas de Secretos de un matrimonio, Marianne y Johan... o no. En ningún momento se confirma del todo que esa pareja, separada desde hace unos 30 años (los mismos que separan este film del anterior), sea la misma, aunque tanto hay detalles a favor de la hipótesis (por ejemplo, ella es abogada y él profesor de universidad ahora ya jubilado, empleos de la Marianne y Johan de antaño; se nombra a una tal Paula como amante de Johan, y así se llamaba la mujer que precipita la ruptura en el film de 1973) como en contra (la aparición de un hijo que ahora tiene ya 61 años, de un matrimonio anterior, del que no supimos nada en su momento; o ciertas incongruencias en las edades).
La película se estructura, como el film de 1973, en capítulos (diez), más un prólogo y un epílogo. Los personajes que van a representar esta peculiar “danza” (la zarabanda del título) son cuatro: Johan (Erland Josephson), Marianne (Liv Ullmann), Henrik, hijo de Johan (Börje Ahlsted), y Karin, la hija de Henrik y nieta de Johan (Julia Dufvenius), una joven de 19 años que quiere dedicarse al violonchelo y recibe lecciones de su padre, ambos también instalados en una casita en el bosque.
El prólogo nos muestra a Marianne rodea de fotos. Nos habla mirando a cámara de Johan, a quien hace muchos años que no ha visto. Tienen dos hijas en común (otro detalle coincidente con el film del 73): una es una exitosa abogada; la otra está enferma de gravedad (aparentemente una enfermedad degenerativa como la hija de Ingrid Bergman en Sonata de otoño).
Marianne decide visitar a Johan.
A lo largo de los diez capítulos vamos a asistir a diez diálogos a dos entre los cuatro personajes: tres entre Marianne y Johan (1, 9 y 10); dos entre Marianne y Karin (2 y 7); dos entre Karin y Henrik (3 y 8); uno entre Henrik y Johan (4); uno entre Karin y Johan (6) y uno entre Marianne y Henrik (5). Nunca habrá tres personajes en una misma secuencia. No obstante, hay un quinto personaje presente a través de su ausencia, que gravita sobre la relación entre abuelo, padre e hija: Anna, la mujer de Henrik, fallecida hace unos años, y que aparecerá repetidas veces, en forma de recuerdos, de una carta y de su retrato.
A lo largo de estos encuentros conoceremos el odio irreconciliable entre Johan y su hijo Henrik (un director de orquesta de cámara hundido emocionalmente desde la muerte de su mujer y obsesionado en la carrera de su hija), agravado por las penurias económicas del hijo y la cruel humillación al que lo somete el padre; la relación peculiar entre Henrik y su hija, de un amor absorbente y posesivo hasta la violencia por parte de él, que asfixia a la joven, por momentos con cierto aire incestuoso (duermen en la misma cama; Henrik besa en los labios de manera poco paternal a su hija); la decrepitud de Johan, su amargura que lo lleva a afirmar que su vida ha sido una mierda y que vive en el infierno; la debilidad emocional de Karin, convencida que su madre no la amaba. En fin, una antología de temas bergmanianos sobre la relación entre padres e hijos, sintetizados en este film a la manera como hizo en Secretos de un matrimonio respecto a los conflictos matrimoniales.
Al final, Henrik intenta suicidarse cuando Karin lo abandona para ir a estudiar a Hamburgo. Ni siquiera en ese momento Johan puede sentir piedad por su hijo, al contrario lo sigue menospreciando. En el último capítulo, titulado significativamente “Vargtimme” (“la hora del lobo”, no “el alba” como aparece en el DVD), Johan padece un ataque de ansiedad, parecido al que padecía Marianne en un momento del día similar en Secretos de un matrimonio (recordemos: en esa secuencia, la final, Marianne confesaba a Johan que lamentaba no haber amado nunca a nadie y que creía que nunca nadie la había amado a ella). Ahora, los dos viejos, desnudos en todos los sentidos, se acurrucan juntos en la cama.
Recordemos también que la hora del lobo, como se dice en la película del mismo título, es la hora de las pesadillas y del miedo, la hora en que más personas mueren, pero también en las que más nacen, esa zona de penumbra en la que, en definitiva, se mueve buena parte del cine del director sueco.
Ya sólo nos queda un epílogo en que Marianne, nuevamente hablando directamente a cámara, rodeada de fotografías, nos cuenta que Johan poco a poco dejó de atender sus llamadas y de contestar sus cartas, hasta llegar al silencio absoluto. Pero Bergman incluye una coda enigmática: Marianne confiesa que visitó a Marta, su hija enferma, y que por primera vez sintió que tocaba a su hija, y con esa imagen, con Marianne acariciando a Marta acaba la película, y con ella la obra de Bergman. Este final, junto al hecho que dedicara la película a su mujer fallecida, abre un amplio abanico de interpretaciones sobre las intenciones de Bergman en su despedida. En todo caso, lo que nos quería decir, quedó dicho. Cuatro años después, el 30 de julio de 2007, Bergman fallecía.
Y con este film, termina el recorrido que inicié hace casi un año.Han sido 44 largometrajes más un corto. Queden pendientes diversas obras para la televisión, fundamentalmente grabaciones de obras teatrales y algunos documentales. Si tengo ocasión de verlos, incorporaré los comentarios correspondientes.
Además, una vez me haya recuperado de tanto Bergman, incluiré también un pequeño apéndice consistente en: las versiones televisivas de Secretos de un matrimonio y Fanny y Alexander, así como una serie de films basados en guiones de Bergman, todos ellos de marcado carácter autobiográfico, rodados por otros directores: Las mejores intenciones, de Bille August (que también cuenta con una versión para la televisión); Infiel y Encuentros privados, de Liv Ullmann; y Niños del domingo, dirigida por su hijo, Daniel Bergman, aunque en este último caso dependerá de que localice alguna versión en DVD o en Internet, ya que aquí no se ha editado.