Iniciado por Diodati
Exacto, es que no es un concepto tan rígido. Para mí no dejan de ser argucias alternativas para condicionar y jugar con el espectador. Está claro que lo del uranio y el microfilm (¿Qué microfilm?, llegan a decir algunos) son los ejemplos de siempre. Pero la broma hitchcockiana no es tan rígica ni tan definible. Por eso él dijo aquello de la máquina de cazar leones. Cuando le preguntaron: "¿Pero si en las tierras altas de Escocia no hay leones?", él, tan pancho, respondió: "Por eso es un McGuffin". ¿Por qué? Porque el Gordo no deseaba enconsetar una jugada tan versátil y licenciosa dentro de su narrativa. No podía definirla, pese a que después se hayan dicho tantas teorías y añadidos. Argucias inteligentes y astutas. Te coloco a una protagonista y me la cargo al principio, ¡toma ya! Están liando toda una trama de persecuciones a muerte por un microfilm del que muchos ni preguntan al final, ¡toma ya! Les adjudiquemos el nombre que queramos, son maneras de jugar con el espectador, para llevarte a donde quiere. ¿Inventamos otros nombres complementarios? No creo que valga la pena. Nadie pregunta por el microfilm porque la historia se cierra bien sin saberlo; nadie pregunta qué habría pasado con aquella relación motelera, porque se cierra bien la historia sin saberlo. Pero ambas son tan teloneras como trascendentes... para mí.