Bueno, pues otros dos capítulos al nivel de los primeros, con algo más de intriga política y menos piños por parte de los legionarios.
Una interesante historia paralela la del centurión con su intento de montarse un negocio civil, dejar la legión y todo eso, la fiesta con el tributo a Juno para tener suerte en su empresa y demás. También se ha visto más de la religión (más superstición antigua que otra cosa), con todo el tinglado de los augures, donaciones, etc.
Hecho de menos más acción, batallas a lo grande con legiones bien formadas, no escaramuzas entre cuatro exploradores tracios y media docena de legionarios bisoños que echan a correr en cuanto ven una espada desenvainada.
Espero que la mejora de los siguientes capítulos vaya por ese camino. Por lo demás, me sigue fascinando la ambientación por encima de todo. Asombrosa. Recupero las palabras del Dr. Lao, que encuentro muy acertadas.
Tres apuntes más, extra-seriales:Y me ha encantado esa descripción de la civilización romana, a dos pasos de la barbarie (ahí se nota la mano del siempre políticamente incorrecto John Milius), con asesinatos, torturas, violaciones, suciedad, corrupción política, puterío, esclavitud... y ese paseo por las distintas clases sociales -desde la aristocracia a los sirvientes, los soldados o los burdeles-, o la incipiente medicina (acojonante la escena de la trepanación a lo vivo) y la religión (sacrifícios y demás supersticiones).
- Ya sé por qué hace tanto que dejé de ver los guiñoles del +: menudo cagarro que son actualmente.
- Me cago en los descansos. Vaya suplicio tener que soportar publicidad, tanto tiempo acostumbrado a la buena vida de las series en DVD.
- Odio los cartelitos de publicidad dentro de la serie. Parece que estás viendo un partido de fútbol. Qué poco respeto, cojones.