Al principio parece un sencillo homenaje a las producciones Amblin de lo 80, pero quiere abarcar más y se convierte en una marcianada que reflexiona sobre la paranoia, la adicción y el miedo a la muerte. Algo diferente que merecía una respuesta mejor, pero ya sabemos como está el panorama y esto no encaja en lo que el público demanda actualmente... Resultado: uno de los mayores fracasos económicos de Netflix.